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21 Feb 2024Views 197Los Secretos de mi Vecina A veces es bueno tener con quien hablar y en quien confiar...

Cuando Natalia llego encontro a su hermano jugando a la consola y le saludo sin obtener respuesta de este.

–!Que te pasa hermanito! –dijo esta, sentandose en a su lado.

–!Me pasa de todo Natalia! –dijo Samuel con cara visiblemente preocupada.

–Pues cuentamelo, ¿a lo mejor yo puedo ayudarte? –le dijo su hermana.

Se llevaban a penas dos anos aunque parecian tener la misma edad. Se habian criado juntos, habian jugado juntos y lo habian hecho casi todo en la vida juntos. Incluso cosas que no podian contar a nadie.

Por eso Samuel confiaba en Natalia y Natalia confiaba en Samuel.

De forma que el hermano abrio su corazon y conto todo, con pelos y senales a su hermana, la cual se sorprendio un poco por la actitud tan abierta al sexo de ella y tan cerrada en cuanto a su propia sexualidad.

–¿Entiendes? –concluyo Samuel.

–Si, lo entiendo Samuel. Realmente es extrano que ella no quiera que le acaricies su sexo, es un poco extrano la verdad. Supongo que sera virgen como yo e igual se siente insegura a la hora de perder su virginidad.

–No, me ha dicho que no es virgen y parecia que lo decia muy convencida.

–Bueno pues entonces a lo mejor ha sido una mala experiencia, no se –le dijo su hermana intentando aliviar su carga.

–No se, todo esto es una rayada –le confeso su hermano.

En ese momento llego su madre del trabajo y como de costumbre se levantaron y la saludaron, pues ella siempre los besaba al llegar. Por lo que tuvieron que posponer sus confesiones para otro momento.

–¿Preparais la cena? –les pregunto tras saludarse.

–!Si claro! –dijo Natalia

–Muy bien voy a ducharme –dijo ella girandose hacia su dormitorio.

Mariana entro a su cuarto y hallo su cama un poco revuelta, algo inhabitual en ella, que se levantaba y estiraba las sabanas siempre antes de marcharse.

Entonces se acerco y la estiro para dejarla hecha antes de cenar, pero ahi fue cuando vio su querido consolador aparecer de entre los pliegues de las sabanas. !Vaya descubrimiento!

Inmediatamente penso que su hija Natalia habia descubierto su secreto y seguramente lo habia usado. Madre e hija habian compartido amante aunque este fuese de plastico inerte y se sonrio al pensarlo.

–Esto tengo que hablarlo con ella –se dijo antes de guardarlo en el cajon de sus braguitas y coger una muda limpia para cambiarse.

Mientras se duchaba, en la cocina, los dos hermanos trataban de buscar algo de logica a lo ocurrido con Vica, sin encontrarla.

–Bueno Samuel, tampoco te rayes tanto, hablalo con ella manana y que se sincere contigo, estas cosas funcionan asi –dijo su hermana.

–Vale, lo hare –dijo el mientras juntos preparaban algo de cenar para los tres.

Cenaron juntos los tres y como de costumbre se preguntaron por el dia de cada uno.

Cuando llegaron al de Samuel este no pudo disimular su estado de apatia.

–¿Que te ocurre hijo? –dijo la madre.

–Nada mama, es que su nueva a miga le dio calabazas –dijo la hermana.

–Bueno si solo hace un dia que os conoceis, ¿no?

–Si, pero ella le dio esperanzas y hoy le corto las alas –dijo la hermana, quien hablaba en su nombre.

–Esas cosas pasan Samuel, veras como manana se arreglara todo –dijo la madre.

–Eso espero mama –dijo Samuel al fin.

Quitaron la mesa y Mariana se las ingenio para quedarse a solas con su hija Natalia, entonces se lo pregunto.

–¿Has estado hoy en mi cuarto?

–¿En tu cuarto, yo? No se –dijo Natalia pensando porque le hacia esa pregunta.

Ineludiblemente, el recuerdo de su paja sobre su cama con el amante secreto de mama vinieron a su mente y le revelaron la verdad, !habia dejado olvidado su amate de latex entre las sabanas!

–Bueno mama, yo es que… no tenia braguitas limpias y pense en cogerte unas, pero claro tu gastas una talla mayor que la mia aunque si mire en tu cajon y vi eso… –dijo una nerviosa hija.

–Bueno no pasa nada hija, es algo normal que usamos algunas mujeres sin pareja –le explico la madre sin reprenderla.

–!Absolutamente mama! El caso es que bueno, senti curiosidad, lo admito –rio nerviosa Natalia.

–No pasa nada hija, es lo que he pensado yo al verlo entre las sabanas, pero no te preocupes, si quieres, como manana libro vamos a ir al sex shop y te vamos a buscar uno para ti.

–¿En serio mama? Porque lo pienso y me muero de la verguenza –rio Natalia.

–Tranquila no pasa nada, yo hace anos que tengo este y me ha ido muy bien con el –le confeso la madre.

–!Ah si, pues mira que es grande! –le espeto la hija sorprendida.

–Bueno un poco si, pero todas tenemos un tamano preferido –le insinuo la madre.

–!Oh claro, no pasa nada mama! Solo te confieso que para mi es algo grande –le dijo la hija con una sonrisa.

–Vale, te buscaremos algo mas pequeno –dijo Mariana guinandole un ojo–. Porque tu eres virgen, ¿no hija?

–¿Yo? !Claro que si mama! –dijo Natalia sorprendida por la pregunta materna.

–No pasa nada si no lo eres hija, yo lo entiendo todo, puedes contarmelo tambien.

–!No! Soy virgen mama, precisamente al ver tu juguete he intentado ya sabes… pero que va era mucha tela para mi. Y he probado con los dedos a veces pero me da un poco de no se que al introducirlos mas alla de la una. ¿Duele mucho? –concluyo Natalia.

–!Oh no hija! Eso no es nada, es solo un pinchacito, luego se te pasa en se guida. Pero hija, ¿te lo vas a hacer antes que con un chico?

–¿Te refieres a perder mi virginidad? !Pues claro mama! Cuando vaya con un chico quiero no tener ese problema –le explico la hija.

–!Aja! La verdad es que esta bien pensado hija, a mi no me gusto la primera vez, si practicas antes esa vez sera genial para ti.

–Eso mismo he pensado yo mama. Bueno, entonces manana vamos a comprarlo, ¿no?

–Claro, cuando nos levantemos vamos de compras y aprovechamos tambien para comprarte un amiguito –dijo la madre guinandole un ojo.
24 Dec 2023Views 391Rodeada por mi sobrino y sus amigos Edith se ofrece a ayudar a su sobrino que intenta aprobar matematicas en la universidad, sin saber que tambien se uniran los amigos del muchacho.

Hay pocas cosas mas peligrosas que la soledad o creer que nadie te valora o te desea, porque cuando tocas fondo y te ves en esa situacion, te sientes dispuesta a cualquier cosa para huir de ahi. Esa desesperacion te puede llevar a hacer cosas que jamas te hubieras creido capaz de realizar. Yo descubri que si que lo era... y entonces me meti en un buen lio.

¿Cual es la excusa mas dolorosa que te pueden poner para dejarte? Yo solia pensar que eran los cuernos, que no habia peor motivo que ver como se termina una relacion porque tu pareja se ha acostado con otra. Aunque tambien me parecia horroroso que, sin llegar a haber sexo, se hubiese enamorado de una que no era yo.

Tambien temia que mi novio simplemente dejara de quererme. Eran miedos que yo tenia, que acudian a mi mente las que el volvia tarde de trabajar, aunque en realidad estaba bastante segura de que nunca me iba a abandonar. En los seis anos que llevabamos juntos todo iba a la perfeccion, asi que no habia motivo para desconfiar.

Para cuando cumpli los veintiocho, mi novio y yo ya llevabamos tres anos viviendo juntos y todo apuntaba a que me iba a pedir matrimonio en cualquier momento. Era algo que habiamos hablado en alguna ocasion y parecia que ambos estabamos de acuerdo en que nos hacia ilusion celebrar nuestro amor con toda la familia y los amigos.

Yo era profesora de matematicas, ya que los numeros se me daban bien, aunque nunca fue algo que me entusiasmara. Justo por eso necesitaba en mi vida una emocion, una ilusion en el horizonte como podia ser la boda. Mi chico llevaba unas semanas raro, asi que pensaba que la peticion era inminente. Me puse nerviosa cuando me dijo que teniamos que hablar.

- Creo que ya se lo que me vas a decir.

- Pues mejor, porque no es nada facil.

- Que exagerado eres.

- No puedo seguir contigo.

- !Si que quiero! ¿Como?

- Le he dado muchas vueltas, pero no puedo continuar con la relacion.

- ¿Estas con otra?

- No, nunca te haria eso.

- ¿Has dejado de quererme?

- Sigo enamorado de ti.

- ¿Entonces? No entiendo nada.

- Que me aburro, Edith. La vida a tu lado es tediosa y no me imagino vivir siempre asi.

- Pero si hacemos siempre lo que tu quieres.

- No es lo que hacemos, eres tu.

- Tienes que estar de broma.

- Ya me gustaria, pero lo mejor es que me vaya.

Lo decia totalmente en serio. Esa misma tarde recogio sus cosas y se fue para no volver, dejandome totalmente destrozada. Durante semanas fui incapaz de contarselo a nadie por lo humillada que me sentia. La gente me hablaba de el y yo sonreia como si nada, creyendo que si no lo decia en voz alta no habia pasado.

Mantuve el secreto hasta Navidad. Mi intencion no era contarlo ese dia, pero la presion de toda la familia reunida, algunos preguntandome por el, hizo que me derrumbara. Enseguida todos me arroparon y me hicieron saber que no estaba sola, porque era justo asi como me sentia. Mi vida habia dejado de tener sentido, ya que pensaba que nunca nadie querria estar a mi lado.

Despues de horas recibiendo la compasion de todos mis familiares, tuve que huir del salon para refugiarme en la habitacion de Uri, el hijo de mi hermana mayor. El llevaba todo el dia ahi encerrado jugando con el ordenador, asi que era el unico que no se habia enterado de mi tragedia. Pero al verme con el rostro descompuesto me pregunto y no me quedo mas remedio que contarselo a el tambien.

- ¿Que te pasa?

- Acabo de contarles a todos que mi novio me ha dejado.

- ¿En Navidad? Menudo hijo de puta.

- No, en realidad hace meses que se marcho.

- ¿Y te lo has callado todo este tiempo?

- No queria que os compadecierais de mi.

- Bueno, tampoco es para tanto, pierde el mucho mas.

- ¿Lo piensas en serio?

- Jolin, tita, eres una mujer diez y ese pringado a duras penas llegaba al dos.

- Se que lo dices por animarme, pero te lo agradezco de corazon.

- Te lo digo de verdad, tienes unas tetas que...

- Uri, que soy tu tia.

- Tienes razon, me he excedido.

- No tiene pinta de que trates mucho con chicas.

- Pues no, salvo que quieras contar a las de los videojuegos.

- Me temo que no valen.

- Eso mismo me dicen Izan y Shoji.

- ¿Tus amigos?

- Si, son igual de virgenes que yo, pero eso no les impide meterse conmigo.

- Porque no saben la suerte que tienen de contar con un muchacho como tu.

- Tanto como suerte...

- Te yo digo en serio, si algun dia me necesitas para algo no dudes en decirmelo.

Nunca hubiese imaginado que mi sobrino el rarito, ese que se pasaba el dia encerrado jugando al ordenador o con sus dos amigos, aun mas raros, pudiera animarme. Pero resulto que sus palabras, quitandole importancia al asunto, eran justo lo que necesitaba para comenzar a resurgir. Aunque iba a ser un proceso largo, lento y con muchos altibajos.

Durante los siguientes meses tuve momentos de todo tipo. Lo mismo me sentia en lo mas alto, que habia superado ya la ruptura, que volvia a hundirme y no me apetecia salir de casa para nada. Hubiese sido una situacion compleja en cualquier sentido, pero se agudizaba mas al tener que lidiar con unos alumnos adolescentes que no entendian por que cambiaba de humor tan a menudo.

Se acercaba al final de curso y aquello me provocaba sentimientos contradictorios. Estaba deseando perder de vista a todos esos ninatos, pero, por otra parte, tambien sabia que dejar de trabajar y encerrarme en casa todo el verano iba a pasarme factura. Pensaba que estaba abocada al fracaso y la tristeza, hasta que recibi una llamada que me cambio la vida.

- Tita, ¿te pillo bien?

- Si, claro, Uri, ¿que sucede?

- ¿Te acuerdas que me dijiste en Navidad que se necesitaba algo te lo dijera?

- Sigue en pie, salvo que sea dinero.

- Estaria bien, pero ahora mismo me conformo con aprobar matematicas.

- ¿No se te dan bien?

- Digamos que se me esta atragantando la trigonometria.

- Pues no te preocupes, que te echare una mano.

- Te lo agradezco mucho, tia Edith.

- Pasate manana por mi casa sobre las siete.

- Alli estare sin falta.

La sensacion de poder serle util a alguien, especialmente a mi sobrino, me dio un subidon de alegria. Pasaba las tardes aburrida en casa, asi que su presencia, sin duda, me iba a animar. La conversacion que tuve con el en Navidad me sirvio para ver las cosas de otra manera, aunque siguiera teniendo malos momentos, de modo que queria agradecerselo ayudandole a aprobar.

Esa misma tarde me dedique a adecentar la casa, ya que la tenia hecha un asco desde que mi exnovio se marcho. Queria crear un ambiente propicio para el estudio, que todo estuviera tal y como en su dia a mi me servia para relajarme. Puse una alfombra vieja en el centro del salon, con la intencion de que nos sentaramos a alli mientras lo ayudaba.

Al dia siguiente ya me desperte nerviosa, por las ganas que tenia de ver a mi sobrino y serle util. El dia se me hizo largo, pero finalmente pude volver a casa para acabar de prepararlo todo. A las siete en punto, tal y como habiamos acordado, Uri pico al timbre. Le abri la puerta de la calle me quede esperandolo en la de mi casa, sorprendida porque parecia que una marabunta estaba subiendo las escaleras.

Al cabo de unos segundos tenia ante mi a Uri y a sus amigos. Lo mire y el se encogio de hombros, dandome a entender que no sabia cual era el problema. Los recibi a los tres lo mas amablemente que pude, pero en cuanto tuve la ocasion cogi a mi sobrino y lo lleve a una habitacion aparte para preguntarle que narices estaba ocurriendo.

- Lo siento, Tita, les he contado que venia aqui y se han apuntado.

- Joder, Uri, es mi casa, no un punetero cine.

- Es que ellos tambien van a suspender matematicas.

- Pues que les ayuden sus propias tias.

- Por favor, no me dejes mal delante de ellos.

- Estoy cansada de aguantar adolescentes.

- Tenemos ya diecisiete anos, estamos a un paso de la mayoria de edad.

- La experiencia me dice que es la peor edad.

- Tu tranquila, si estos dos son mansos.

- Esta bien, pero quiero que se comporten.

- Como mucho es posible que hagan alguna broma.

- Al primero que lo haga lo mando a la calle.

- No te vendria nada mal que te hicieran reir un poco.

Sabia que mi sobrino tenia razon, que no estaria de mas que alguien me hiciese reir, pero tampoco me hacia ninguna ilusion que eso muchachos invadieran mi casa sin haber sido invitados. Esperaba que por lo menos supiesen comportarse, pero tuvimos el primer conflicto en cuanto les dije que debian sentarse en la alfombra, todos alrededor de mi.

No me obedecieron hasta que les dije que la alternativa era largarse a sus casas. Una vez sentados en el suelo, les hice una serie de preguntas para saber realmente cual era el nivel de esos muchachos. Resulto que tanto Uri como su amigo Izan no tenian ni idea de casi nada, pero Shoji si tenia bastantes conocimientos de la materia.

A pesar de mis reticencias, fue un rato muy agradable. Los tres se comportaron bastante bien, mas alla de alguna broma puntual con la que hasta yo no pude evitar reirme. Me despedi de ellos dandoles permiso para volver la tarde siguiente y me quede un rato hablando con Uri, tenia algunas cosas que comentarle respecto a esas clases de refuerzo que les estaba dando.

- Se han portado bien, ¿no?

- Sois los tres unos personajes, pero bastante inofensivos.

- Ya te lo dije.

- Pero hay una cosa que no entiendo.

- ¿Que cosa?

- No se que hace aqui el chino.

- No es chino, tita, es japones.

- Da igual, no tendria que estar aqui.

- Nunca hubiese imaginado que fueras racista.

- Uri, por dios, quiero decir que no entiendo que hace dando clase, si tiene casi mas nivel que yo.

- ¿Tu crees?

- Lo respondia todo al instante.

- Supongo que habra decidido venir porque siempre les he hablado muy bien de ti.

- ¿En que sentido?

- Pues que estas muy buena y todo eso.

- ¿Y crees que ellos tambien lo piensan?

- Claro, si han tirado de sus mejores bromas para intentar impresionarte.

- Bueno, da igual... que sigan asi o ya sabes que los echare, a ti incluido.

En alguna ocasion, mis alumnos ya habian hecho comentarios respecto a mi fisico, pero siempre me lo habia tomado como una manera de intimidarme. Que tanto Uri como sus amigos creyeran que estaba buena era una motivacion que no me venia nada mal en esos tiempos tan dificiles. La clase habia sido agradable, asi que tenia ganas de repetir.

Al dia siguiente me lo tome mas en serio y ademas de tener la casa en perfecto estado, decidi recuperar ropa que no me ponia desde que estaba en pareja. El verano se aproximaba y ya hacia calor suficiente como para ir fresquita, lo que incluia una camiseta escotada y una falda tan corta que jamas me hubiese atrevido a llevarla en el trabajo.

En cuanto llegaron los muchachos, las reacciones no se hicieron esperar. Ninguno se atrevio a comentar nada al respecto, pero vi como se daban codazos entre ellos y me miraban el escote y las piernas. Tambien me fije en que Uri procuraba no mirar, pero poco tarde en darme cuenta de que se le iban los ojos todo el rato, sobre todo cuando pensaba que yo no lo estaba viendo.

Esa segunda clase me sirvio para confirmar que Shoji iba tan sobrado como creia, que Izan suspenderia aunque le diese mil clases y que mi sobrino tenia alguna posibilidad de aprobar. El problema era que solo les quedaba una semana para el examen de recuperacion, asi que Uri debia ponerse las pilas si queria que no le quedara la asignatura.

Hice todo lo que pude en el poco tiempo que disponia, pero, a falta de un solo fin de semana, seguia viendo a mi sobrino con serias posibilidades de no aprobar. En teoria, mis clases ya se habian terminado para ellos, pero le ofreci a Uri la posibilidad de un ultimo repaso antes de que se presentara a ese examen tan crucial.

- Vente el sabado por la tarde y haremos un intensivo.

- Vale, tita.

- Trae pijama, cepillo de dientes y todo lo que sea necesario, por si te tienes que quedar a dormir.

- Aqui no tienes sitio para que nos quedemos los tres.

- ¿Que tres? Tienes que venir tu solo.

- Pero mis amigos...

- Shoji va a sacar un diez e Izan suspendera haga lo que haga.

- Nos lo hemos pasado muy bien estos dias, ¿no?

- Mejor de lo que esperaba, la verdad, pero lo importante ahora es que apruebes.

Por increible que pudiera parecer, me daba incluso cierta lastima que ya no se volviesen a repetir esas clases con los tres juntos, pero tenia que asegurarme de que mi sobrino aprobaba las matematicas. Esos muchachos me habian devuelto parte de la ilusion al hacerme sentir util e incluso deseada cuando me miraban con esos ojos de salidos.

El sabado despues de comer prepare el sofa por si Uri pasaba la noche alli. Llego a pasarse por mi cabeza la posibilidad de que durmiera conmigo, ya que la cama era grande, pero lo acabe descartando por poco adecuado. Cuando mi sobrino llego, nos sentamos de inmediato en la alfombra para dar ese ultimo repaso que debia servirle para recuperar la materia.

Para mi sorpresa, descubri que sin la presencia de sus amigos, Uri se soltaba y pudo demostrar que tenia mas conocimientos de los que pensaba. Empece a creer que realmente si que podia aprobar, lo cual me hizo muy feliz, ya que me sentia participe de su exito. Al fin estaba consiguiendo demostrar que servia para algo.

Con la tranquilidad de ver que no necesitaba tanta ayuda, paramos para preparar la cena. Mientras metia unas pizzas en el horno, llamaron a la puerta. Cuando fui a abrir, me sorprendi al descubrir que eran Izan y Shoji, y que ambos llevaban mochilas. Cuando les pregunte que que hacian en mi casa, me dijeron que ellos tambien se apuntaban a la noche de repaso.

Antes de que pudiera echarlos, los dos se metieron en casa sin necesidad de que les diera permiso. Fueron hasta el salon y se reunieron con Uri, sentandose los tres en la alfombra como en todas las clases que habiamos dado. No me quedo mas remedio que resignarme e invitarlos a cenar, aunque no tenia ninguna intencion de permitir que se quedaran a dormir.

- Teneis un poquito de morro, ¿no?

- Mereciamos una despedida en condiciones. - Contesto Izan.

- ¿Y eso no incluia traer la cena como agradecimiento?

- Lo pense, pero me he gastado los ahorros en un videojuego. - Respondio Shoji.

- Tia, que conste que yo no los he invitado. - Dijo mi sobrino.

- Necesitabamos admirar tu belleza una ultima vez, Edith. - Intervino Izan.

- Ahora no me hagais la pelota.

- Es la verdad, eres nuestra diosa. - Anadio Shoji.

- Y tu eres un cuentista que te has tragado todas las clases, pero sabes mas de matematicas que yo.

- Ya sabes lo que dicen de los asiaticos, se nos da muy bien los numeros. - Replico.

- Tambien dicen otra cosa.

- ¿A que te refieres? - Pregunto Uri.

- A que la tenemos pequena, pero puedo ensenarsela sin problema. - Le contesto.

- No es necesario, gracias.

- O puede ensenarnos ella las tetas. - Dijo Izan.

- ¿Te has vuelto loco o que?

- La verdad es que nos morimos los tres por vertelas, tita. - Respondio Uri.

- Ni en suenos me las vais a ver.

- Aunque sea solo una. - Suplico el japones.

- Pero ¿a que viene eso ahora?

- A que eres la mujer mas atractiva que hemos visto nunca. - Sentencio mi sobrino mientras sus amigos asentian.

No podia ocultar que me halagaba que tres muchachos tan jovenes, incluido mi propio sobrino, estuvieran interesados en mi, pero me parecia una locura el simple hecho de mostrarles una sola teta. Comprendia que no habian visto una en su vida y que yo podia darles esa satisfaccion, de hecho, no seria tan grave, ya que podria tomarmelo como un agradecimiento por todo lo que me habian animado en los ultimos dias.

Pero lo que me impedia hacerlo era que eso los confundiese, no se conformaran y quisieran mas. Lo temia porque estaba tan sola y falta de carino que podia acabar cayendo en cualquier cosa que me pidieran con tal de tener su aprobacion y volver a sentirme deseada. Ninguno de los tres se conformo con la respuesta negativa, siguieron insistiendo en que les ensenara las tetas.

- Esta bien, pero despues os vais los tres a vuestra casa.

- Lo que tu ordenes. - Respondio Shoji.

- Pero nos ensenas las dos, ¿no? - Pregunto Izan.

- Si, tranquilo.

Tenian los ojos como platos cuando me deshice de la camiseta. Los amigos de Uri incluso temblaron en el momento en que me lleve las manos a la espalda para desabrocharme el sujetador. Tras quitarmelo, me cubri los pechos con las manos para darle mas intriga. Ya que lo hacia, queria disfrutar de ese momento en que los tres babeaban por mi.

Tenia intencion de mostrarselas durante un maximo de cinco segundos, pero en el instante en que me descubri y vi la cara que pusieron, no pude evitar jugar con ellos. Comence a masajearme los pechos ante su asombro. Izan incluso se llevo la mano al paquete, visiblemente abultado. Shoji, seguia temblando de pies a cabeza. Solo Uri parecia no estar pasandolo del todo bien.

Debi cubrirme en el momento en que vi que Izan y Shoji comenzaban a masturbarse por encima del pantalon, pero algo en mi interior me llevo a pedirles que se acercaran. Sin pensarselo ni un instante, ambos corrieron a ocupar sus puestos, cada uno en una de mis tetas. En cuanto uno de ellos se atrevio a tocarmelas, el otro hizo lo mismo.

En cuestion de segundos los tenia los dos apoyados en mi regazo, cada uno comiendose una teta. Lamian los pezones de forma bastante torpe, pero conseguian excitarme con sus inexpertas lenguas. Sentia que me habia vuelto loca, pero lo peor de todo era que miraba a mi sobrino, incapaz de aproximarse, y no podia evitar desear que el tambien se acercara.

La escasa contencion que me quedaba desaparecio justo cuando Shoji reunio el valor suficiente para colar su mano por debajo de mi falda y comenzar a frotarme el cono. Muchas cosas pasaron por mi cabeza en ese momento, incluido lo que pensaria mi ex, ese que me llamo aburrida, si bebiera montandomelo con esos jovencitos.

Fue justo ese pensamiento lo que hizo que me liberara del todo. Pedi a los dos muchachos que se colocaran de rodillas y se bajaran los pantalones. Yo me puse a cuatro patas, teniendo ante mi cara sus rabos erectos. Pude comprobar que con Shoji el mito de los asiaticos no se cumplia, cosa que agradeci mucho. Estaba dispuesta a comerle la polla a los dos, pero me faltaba algo.

- Uri, acercate.

- No creo que deba hacerlo, tia.

- Te lo pido por favor.

- No quiero estar desnudo al lado de mis amigos.

- Tranquilo, tu te vas a colocar detras de mi, para follarme mientras yo se la chupo a ellos.

Continuara...
22 Dec 2023Views 261Debutando con mi primera madura La primera vez que me acoste con una mujer de 60 anos Version para imprimir
Hola soy Cristo, soy un hombre de 42 anos separado con hijos, vivo en un pueblo de Almeria una provincia que pertenece a Andalucia. Mido 1,70 llevo aretes en las orejas y piercing, tatuajes por casi todo el cuerpo me gusta cuidarme, siempre he practicado deporte y he estado en club de futbol aunque ahora hago pesas y de vez en cuando me ciclo para tener mejor aspecto, de miembro algo ando corto, tengo un pene de sangre que relajado da risa y empalmado llega a los 12cm pero eso si es gordo y hasta los condones me molestan, digo esto porque en mi vida sexual me han pasado todo tipo de situaciones.

A pesar de eso soy un exhibicionista me gusta ensenarla y soy bastante dominante en cuestiones de pareja y no es por celos ni miedo es porque tengo esa psicologia un poco agresiva sin ser malo con las mujeres.

Este verano tenia unos dias libres ya que mi ex se quedaba 15 dias con mi hijo menor, entonces como soy hombre de mar llame a un amigo que le gusta la pesca y nos fuimos a una playa que se llama Los Escullos.

Aunque es un sitio protegido a mi me gusta bucear y me lleve el material pero no el traje por si hacia calor y mi arpon Nenrowd por si veia algun mero grande o un denton que hay muchos por esa zona

Mi colega que se llama Edu no le gusta el buceo con lo que se llevo unas canas de pesca aunque tambien es prohibido alli, el es mas bien regordete y tiene carilla de tortuga pero es un guerrero y siempre esta para todo.

Esas playas estan llenas de calas y lo mismo te encuentras gente desnuda, topples o gente con banador, pues la tarde empezo bien para nosotros, ya subiendo para buscar donde ponernos y yo tirarme sin que me viera la guardia civil vimos dos chicas italianas y lo se porque luego hable con ellas, haciendose fotos arriba de espaldas, con lo que nosotros no podiamos verle las tetas, les silve para que se dieran la vuelta y se echaron a reir.

Pasando de ellas y ya en nuestro sitio vinieron desde lejos a ver lo que haciamos, yo les dije que bajaran pero como nada mas se reian y yo ya la tenia morcillona me saque la pija, se ve que no les molo que fuera tan directo y se fueron.

Despues de un largo rato de buceo y sin matar un pez sali por la playa y alli estaban ellas, con sus novios rollo hippies y me hablaron me pidieron que le dejara las gafas de bucear, yo suelo usar unas Cressi bastante caras con lo que se ven perfecto y ellas lo flipaban, estuvimos hablando en el agua y ellas en topples no tendrian mas de 20 anos y me dijeron que vivian en el Zapillo que es un barrio de la capital

Pues a lo que vamos, mi colega bajo a la playa con un cubo de jerreras y palometas y nos pusimos sentados en una roca, a esto que vemos una mujer como de 60 anos en tetas con su collar asi rollo de coral y una parte de abajo tipo braga, llevaba pendientes y algo maquillada para ir a la playa.

Mi colega y yo como somos como somos empezamos con la broma de decir, a esa nos la follamos, pues total le pido un cigarro a la mujer que estaba en su toalla y le saque conversacion, resulta que era de Madrid y se alojaba en San Jose mientras venian sus amigas los proximos dias, como estaba sola le dije que no nos importaria cenar con ella por alli para hacerle compania. Al principio se quedo como cortada pero luego dijo que si, le conte que no llevaba mucho dinero porque habia ido a bucear y ella me dio a entender que el dinero era lo de menos.

Luego de estar un rato en la playa decidimos irnos cada uno en su coche, ella se alojaba en el hotel MC San Jose con lo que entendi que en temporada alta y ese hotel que tiene hasta jacuzzi su problema no era el dinero.

Nosotros pusimos ubicacion, no llevabamos ropa ni para salir, lo unico que echamos fue un gramito de cosas que gustan pero que yo no pensaba usar.

Cuando llegamos a la habitacion ella ya estaba duchada, le tocamos y le pedimos pasar con la excusa que nos dejara ducharnos para quitarnos la salitre jejejej y ahi empezo el lio, lo primero que hice fue quitarme el banador y la camiseta de tirantas y quedarme en pelotas ya desde la puerta, ella como que se asusto un poco pero entendio lo que habia, mi colega se sento en la cama y le pidio permiso para picar algo en la mesita cosa que a ella le parecio bien, ella todavia no estaba arreglada del todo, llevaba una braga blanca un sujetador a juego el pelo mojado y un vestido de una pieza blanco rollo ibicenco, yo me quite con jabon el salitre me seque y sali ya empalmado para la parte de la cama, me acerque a ella y le dije ya somos mayorcitos y mas usted para asutarnos, acto seguido la acerque a mi y empece a comerle la boca sin ningun tipo de asco, mi colega habia dejado dos tiritos en la repisa y se fue a duchar, yo solo tenia en la cabeza como seria el cono de esa mujer ya con varices y celulitis pero con cierto morbo, la empuje suave a la cama y lo primero que hice fue levantarme el vestido y bajarle la braga, ella ni hablaba con eso ya me estaba dando conformidad. La verdad que me sorprendio, tenia un conito muy pegado con los labios cortos muy de nina y una tirilla de pelo hacia arriba, rapidamente lo primero que hice fue empezar a comerselo y a jugar con el, ahi ella ya empezo a disfrutar a sentirse mas comoda, y cuando ya llevaba un buen rato note como se corria, mi colega ya habia vuelto y tambien estaba en pelotas, se quejo de que no le acompanaramos con el tema pero yo es que no queria en ese momento porque me retrasa mucho la eyaculacion.

Mi colega su puso manos a la obra y ya terminamos de desnudarla los dos, el se dedico a comerle su grandes pezones morenos y ella estaba en las nubes, le dije que se pusiera en 4 y ella me dijo que no se la metiera todavia por el culo y yo le consteste que no lo suelo hacer por el culo porque un dia con la presion de la estrechez me parti el frenillo y se me quedo trauma, le dije que no me ponia condon porque me molesta mucho en la base y ella acepto, se la meti por la vagina que estaba ardiendo, pero ardiendo y por eso dice que gallina vieja hace buen puchero jjeje y mi colega se puso enfrente para que se la mamara, estuve follandola en esa posicion unos 15 minutos, note como chorreaba de correrse y ya dije yo, joder me estoy cansando y tampoco voy a hacer muchas posturas y entonces decidi correrme dentro, me dio mucho placer, ella gimio y noto todo mi liquido dentro, le dije a mi colega que era todo suya, cogi la bolsita y ahora si me pique un poquito, me meti en la ducha y reserve el restaurante mas caro de San Jose que se llama casa Miguel, mientras mi amigo la hizo cabalgar se la morreaba y le seguia comiendo las tetas hasta correrse.

Terminamos, nosotros nos pusimos la misma ropa de playa, ella se arreglo mas y nos fuimos a cenar, me pedi un Gallo Pedro al peso que costo 60 euros, un plato de gambas de Garrucha y lo que nos apetecio, ella pago con mucho gusto nos intercambiamos los telefonos y nosotros nos fuimos, ella se quedo sola, uno ya no tiene edad despues de bucear para echar 4 polvos y una retirada a tiempo es una victoria, a los tres dias nos volvio a llamar porque ya habian llegado sus amigas, pero eso ya es otra historia.
26 Dec 2023Views 294A las ordenes de mi hermano 3 El hecho de masturbarse puede ser la causa de que tu vida de un giro de 180 grados. Eso mismo le ha pasado a Laura.

MUCHAS GRACIAS POR LEER EL RELATO. ESPERO QUE OS GUSTE. PODEIS ESCRIBIRME AL CORREO SI QUEREIS.



Ya han pasado dos semanas desde el incidente con mi hermano, y nada ha cambiado. Sigo en la misma situacion de sumision y obediencia hacia el. Establecio unas pautas de comportamiento en casa por si se daba la ocasion de que no estuviesemos solos. Si hay alguien en casa puedo ir vestida, pero es mi hermano quien decide mi ropa, por lo que la ropa interior ha pasado a mejor vida, sustituyo la mayoria de los pantalones por faldas y voy a todos lados con la ropa tres tallas mas pequena para que se marquen mis curvas. Tambien puedo actuar normal y corriente con gente delante, pero en el momento en el que mi hermano diga algo, he de obedecer. Dice que no va a hacer nada que haga que se descubra nuestra situacion, pero sinceramente no me lo creo.

Mis padres no han sospechado nada raro, tambien es verdad que ellos nunca estan en casa asi que es raro que se enteren. Mi hermana sigue como siempre, a su bola sin hacernos mucho caso.

En cuanto a mis obligaciones, son unas cuantas: todos los dias tengo que despertar a mi hermano yendo a su habitacion y montarme sobre su polla para que me folle mientras le pongo un pezon en la boca, simulando que le amamanto. Cuando estamos solos, aparte de ir desnuda, voy con un vibrador en el cono que se activa cuando quiere. Tengo que limpiar su habitacion, banarle y hacerle la comida. Resumiendo, tengo que hacer todo por el, y lo unico que hace es humillarme, pegarme castigarme y chantajearme.

Ya tiene un repertorio bastante amplio de videos y fotos mias, y mas de alguna ha mandado a contactos como castigo por no obedecer. De hecho, he perdido muchas amistades porque ha mandado mensajes haciendose pasar por mi mandandoles a la mierda y demas cosas.

- Abre mas la boca. – Esta follandome la boca sin compasion mientras ve la tele en el salon. – Noto tus dientes y no quieres eso.

- Perdon. – Digo en el momento que me separo de el.

- Anda, traeme una coca cola muy fria.

- Ahora mismo. – No puedo hablar lo que yo quiera cuando yo quiera, pero siempre tengo que contestarle en cuanto me da una orden.

Vuelvo al salon, le entrego la lata y me arrodillo para hacer de reposapies. Estoy mirando al suelo por lo que no veo que hace y siento un frio insoportable en mi cono. Me estremezco soltando un quejido.

- No te muevas Laurita. Esta fria lo se, pero te jodes.

Llega un momento en el que no siento mi entrepierna, lleva tanto tiempo la lata apoyada ahi que se me ha dormido el cono. Mientras tanto, Victor pasa un pie por mi boca para que se lo chupe y de vez en cuando me da pataditas en mis tetas, unicamente por diversion.

- Oye Laurita, he estado pensando una cosa, ¿hace cuanto que no te corres? – Miedo me da esa pregunta.

- Mmmm dos semanas.

- Y supongo que quieres correrte. – En ese momento se activa el vibrador.

- SI, SI, SI. – Me dejo llevar, llevo mucho tiempo cachonda.

- Jajajaja vale pues masturbate.

No lo pienso dos veces y llevo mis manos al cono. Sigue sin gustarme nada que mi hermano me mande, pero llevo tanto tiempo sin correrme que estoy dispuesta a lo que sea. Ademas de que no voy a poder salir de esta situacion en un plazo corto de tiempo.

No pasa ni un minuto cuando ya estoy temblando de la excitacion que llevo encima, tengo el cono brillante y se empieza a escuchar como chapotea. Se para el vibrador.

- Para, ahora mismo. Manos a la cabeza. – Me ordena mi hermano.

- Pero, has dicho que podia correrme.

- Yo no he dicho eso en ningun momento, te he dicho que te masturbes. Sabes que no tienes permitido correrte.

- Por favor Victor, llevo haciendo lo que quieres mucho tiempo. – Lloro, es mucha frustracion que te corten el orgasmo asi de repente.

- Manos a la cabeza y quedate quieta. – Ha ignorado lo que le he dicho. Se acerca e introduce dos dedos en mi entrepierna completamente abierta. Ve que me enderezo un poco. – No te corras eh. – Saca el vibrador y empieza a follarme con los dedos.

- Por favor, no se si voy a aguantar mucho.

- Me da igual.

Intento apartarle, pero me sujeta las manos mientras me sigue follando con sus dedos. No puedo mas, intento aguantar lo maximo posible, aunque en vano, aparto la cabeza y me tenso. Escucho la risa de mi hermano, pero ahora mismo me da igual, solo quiero disfrutar este momento, el orgasmo que he tenido ha sido increible.

Un tiron de mis tetas me hace incorporar, sin dejar que me recupere, mi hermano me ha puesto de pie para doblarme sobre la mesa del comedor. Un dolor intenso en el culo me hace gritar y “despertar” del climax.

- Te has corrido sin mi permiso, guarra. – Otro azote con sus manos me hace brincar. – Es una pena que este culito tan bonito que tienes, tan redondito, se convierta en una esfera completamente roja. Te voy a azotar hasta que se te duerman las nalgas.

- NOO, POR FAVOR, NO HE PODIDO AGUANTAR MAS.

- Me da igual, para eso estamos asi, para que la proxima aguantes si no quieres ser castigada.

Un azote tras otro se sucede en mi culo, alguno cae en el cono tambien, quitandome toda la calentura. No dejan de caer golpes en mis nalgas hasta pasados treinta minutos, es la azotaina mas larga que he tenido y parece que mi hermano sigue con ganas de mas. No siento mi trasero y me extrana que el siga teniendo sensibilidad en las manos. Cuando parece que mis nalgas vuelven a despertar, me pican muchisimo.

- Ve a tu cuarto, no quiero verte. – Se sienta en el sofa de nuevo

- De acuerdo.

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Llevo en mi habitacion una hora, tumbada en la cama llorando, aun no me he vestido. Lo que me resulta sorprendente es que mi hermano no ha venido en ningun momento a molestarme, ni le he escuchado, pero mira, mejor.

Suena la puerta de la calle, sintoma de que viene alguien y por la hora que es, Sonia es la que llega, aun es muy pronto para que lleguen mis padres. Al haber alguien en casa, me visto con lo primero que pillo por mi habitacion, que viene a ser una camiseta que me queda pequena y unos pantalones largos, sin nada de ropa interior porque mi hermano la tiro toda.

- Hola Laura. - Dice mi hermana desde el umbral de mi puerta. - ¿Te pasa algo? – Me ve tumbada boca abajo en la cama.

- No, nada. – No sueno convincente.

- Estas llorando, que te pasa.

- Nada, unos problemas que tengo, que no se como solucionarlos. – Siento que la zona de los pies de la cama se hunde, se ha sentado.

- Bueno, puedes contarmelos, a ver si yo te puedo ayudar.

- No puedes, nadie puede.

En el momento que mi hermana abre la boca para hablar, se escucha como mi hermano grita mi nombre desde el piso de abajo. Me levanto de la cama, me seco las lagrimas y dejando a mi hermana en mi cama con la palabra en la boca, me voy de la habitacion.

- Es para que me hagas un sandwich.

- Ahora mismo.

- Como tienes el culo, ¿te duele? – No desaprovecha la ocasion y me lo manosea mientras manipulo los alimentos.

- Si, y mi entrepierna. Han sido muchos azotes.

- Ya, pero ese no es mi problema, no me has obedecido. ¿Que te ha dicho Sonia?

- Que que me pasaba, por que lloraba. – Antes de que pudiese hablar, le corto. – Pero no le he dicho nada, no te preocupes.

- Eso espero, sabes que sera peor para ti.

- Si, si.

Acabo el sandwich y me quedo de pie a su lado mientras se lo come. No es porque me apetece, sino porque asi tengo que hacer, de esta forma, el me tiene a mano para poder hacer lo que le plazca. Mete la mano bajo la costura del pantalon y llega a mis nalgas, con un pellizco me indica que me separe de piernas un poco. Acaricia mi cono aun dolorido, pellizca los labios sonriente mientras ve como lucho por no moverme o llorar.

En un momento de aburrimiento y cuando se ha acabado el sandwich, los dedos que tengo introducidos en el cono, salen de ese agujero y acarician el de atras. No puedo evitarlo y de un salto me separo lo suficiente como para que la mano salga de ahi. En el culo si que nunca ha entrado nada, y no va a entrar.

- Ahi no, Victor.

- Tienes suerte de que no me gusta, porque sino ese agujero ya estaria mas abierto que una cueva. – Se rie. – Ven aqui.

- Por favor, por ahi no.

Me acerco temerosa de lo que pueda pasar. Ya he aprendido que sea lo que sea, no me va a gustar, pero si le obedezco a la primera, las formas seran mejores. Una vez cerca vuelve a continuar por donde lo habia dejado. Me mete mano sin compasion hasta que vuelve a intentar el ano. Cierro las nalgas, es un acto reflejo, no puedo controlarlo. Mi hermano se rie y me agarra el pezon por encima de la camiseta.

- Relajate.

- Victor, por favor, por ahi no. – Me quejo. – Otra cosa, cualquier cosa, pero eso no. Ademas, has dicho que no te gusta.

- Ya, pero se que a ti tampoco. ¿Nunca te han dado por culo, hermanita?

- Nunca me he dejado. – El sigue con sus intentos de acariciar ese agujero.

- Con el por culo que tu das siempre…

- Victor, para.

Estoy de pie a su lado con las piernas cruzadas, forcejeando para que no consiga lo que quiere. El, en cambio, esta sonriente y con una de sus manos sobre mis tetas. Al ver que no puede, el pezon que tiene entre sus dedos, comienza a ser estirado y pellizcado con sana, haciendo que baje la guardia y me agache. Lo unico que siento ahora es como algo esta siendo introducido en mi ano, mas concretamente, su dedo indice. Al final ha conseguido lo que quiere.

Unos pasos se escuchan en la escalera en el momento que voy a gritar, mi hermano me empuja y se aparta de mi, soltando mi cuerpo.

- ¿Eh? Hola Laura, ya estas mejor, ¿no? – Me pregunta Sonia al verme.

- Si-si, ya estoy mejor. – El ano me arde.

- Eso esta bien, ¿que tal, Victor?

- Bien, aqui estoy merendando un sandwich, ¿y tu?

- Pues bien… hoy duermo en casa.

- ¿Estas enferma? Jajaja, que raro que tu pases la noche en casa. – Mientras hablan yo sigo de pie, doy un paso para atras con la intencion de irme, pero mi hermano me ve. – Oye Laurita, no te vayas venga, vamos a pasar un tiempo entre hermanos, que casi nunca coincidimos juntos.

- Es que tengo cosas que hacer. – Pongo una excusa.

- Bueno, ya las haras luego, seguro que no es tan importante como estar con tu hermana favorita jaja. – Me dice Sonia.

Asiento un poco a reganadientes y me dirijo a la mesa para sentarme, con una mera mirada ya me indica Victor donde, a su lado. Mi intencion era sentarme al lado de mi hermana, lo mas alejada posible de el, pero no me deja.

Mientras mi hermana habla de sus cosas, una mano empieza a recorrer mi muslo, de abajo arriba. Esa misma mano se para justo al llegar a la ingle y comienza a hurgar, como si quisiera algo. Separo un poco las piernas, avergonzada por estar delante de mi hermana.

- … y nada, han pasado muchas cosas estos ultimos dias, lo he dejado con mi novio. – Mi hermano sigue con la mano en mi cono, pero esta vez debajo del pantalon.

- ¿Y eso? – Dice como si nada.

- Pues no se, la relacion se volvio muy monotona, ademas que vi cosas que no me gustaban…

Mientras hablan, los dedos de Victor entran mi cono, acarician el clitoris con suavidad. Ojala pudiese evitarlo, pero tanto roce hace que me ponga cachonda. No puedo pensar en otra cosa, solo veo a mi hermana mover los labios mientras habla, pero mi cabeza esta en otra parte. Los movimientos se aceleran y separo mas las piernas.

- Laura, ¿estas bien? No paras de moverte. – Sonia interrumpe su discurso.

- Si, si

- ¿Seguro? Tienes mala cara.

- Nada, es que me ha sentado mal la comidaaaaa… - Alargo la palabra porque siento un pellizco en el clitoris. – Estoy bien, en serio. Tengo que hacer muchas cosas, me subo a mi habitacion. Es una pena lo de tu novio Sonia, pero bueno, ya encontraras a otro.

Mis hermanos ven como me levanto y me dirijo hasta la puerta de la cocina, no miro hacia atras ni nada. Les dejo en la cocina, con la palabra en la boca. Justo cuando una pared me cubre de mis hermanos, las lagrimas asoman a mis ojos mientras ellos continuan con la conversacion por donde la habian dejado.

Me dirijo hacia mi habitacion, me vuelvo a sentar sobre la cama y espero a que se me pase tanto el calenton como el dolor del clitoris. Aun siento el ano, no puedo creer que mi hermano haya introducido ahi uno de sus dedos. Las voces siguen escuchandose en el piso de abajo, lo que me da tranquilidad, de esta forma se que mi hermano tardara en subir todavia un rato mas, cuando Sonia se pone a hablar, no se calla.

Recojo la ropa que tengo por el suelo y estiro la cama, ordeno el escritorio y meto las zapatillas en el armario. Al abrir el armario me invade una desazon importante, esta casi vacio. Tengo menos de la mitad de la ropa que hace un mes…

Acabo y me voy a la habitacion de mi hermano para hacer lo mismo. Esta habitacion esta mas desordenada que la mia, pero bueno. Ropa, zapatillas, calcetines, comida… todo esta por el suelo. Hay a la vista hasta uno de los consoladores que tengo, le da igual que la gente lo vea, en fin.

- ¿Por que te has ido? – Pego un salto del susto. Victor esta apoyado en la puerta.

- Porque tenia que recoger las habitaciones…

- Yo no te he dicho que te fueses, me estaba entreteniendo contigo. De rodillas.

- Pero… - Una bofetada me corta el habla. Me arrodilla en medio de su habitacion y se saca la polla.

- Tragatela.

- Victor, esta Sonia en casa.

- Pues hazlo rapido y asi no te vera. – No me deja decir nada mas y me la clava hasta la garganta.

Muevo la lengua, recorriendo de arriba abajo toda la longitud. Con un movimiento de cuello empiezo a chuparsela como a el le gusta, con las manos en la espalda. En unos segundos ya estoy con la baba rebosandome por las comisuras de los labios, la cara roja y los ojos llorosos. No me gusta cuando esta asi, mas de una vez pienso que me voy a ahogar.

- Cada dia lo haces mejor hermanita, uff. – Me agarra del pelo y me levanta, me baja los pantalones y dandome la vuelta, con una de sus manos sobre mi vientre, me la clava en el cono con la misma dureza que en la boca. – Me apetece follarte, y ve preparandote para tu castigo.

No digo nada, tampoco es que pueda, su mano me tapa la boca y echa la cabeza hacia atras. Se escucha la ducha del bano, sintoma de que mi hermana esta ahi, por eso el me esta follando y usando como quiere sin miedo a que le pille su hermana mayor.

Noto que su rabo se tensa y sus movimientos son mas lentos ahora. Sale de mi y empujandome sobre la cama, se corre sobre mi cara. El semen cae especialmente sobre la nariz, llegando a los labios y acabando en la barbilla. No dice nada y con un agarron de pezones me levanta, me lleva a la ventana y me hace apoyar las manos sobre ella.

- Esta vez no te voy a hacer contarlos porque esta Sonia. Pero la proxima recibiras el doble por no contar estos. – Me dice.

- Pero, eso no es justo.

- Se te ve con ganas, ¿quieres el triple? – El primer azote cae.

- Ayyy, nno-nooo el doble, el doble.

- Asi me gusta. – Cae el segundo. – He estado pensado una cosa, voy a entrenar tu culo. No me gusta nada usar ese agujero, pero eso no significa que tu no lo uses. Una de las razones por las que no me gusta es esta, mira.

Vuelvo a sentir el mismo ardor que antes, mi esfinter se abre dejando paso a uno de los dedos de mi hermano. Despues de girarlo y moverlo un poco, lo saca. Lleva el dedo a mi nariz y percibo el olor mas desagradable que puede existir, me entran varias arcadas que logro contener no se como.

- Por eso, hay que lavarse guarra. Mira como me huele ahora el dedo. – Mientras habla caen varios azotes.

- Por favor, para, me duelen las nalgas mucho. – Casi no me salen las palabras.

- ¿Quieres que pare? – Asiento. – Esta bien, pero el castigo no ha acabado.

- ¿Como? – Sigo en la misma posicion.

- Si, si. A partir de hoy vas a tener otra obligacion, y es conseguir que tu culo no huela a mierda, como hoy no lo has conseguido, tendras otro castigo.

- Por favor, Victor, ya usas mi cono, no uses mi culo, nunca lo he hecho, me va a doler…

- Yo no lo voy a usar, lo vas a usar tu, a mi me da asco. Cada dia vendras y te metere un dedo en el culo para dartelo a oler, si huele a mierda, seras castigada. Separa las piernas.

- NO, NO, NO POR FAVOR. – Estoy teniendo un deja vu de la primera vez que follo.

- Estas gritando, callate.

- No quiero, Victor, por favor, me va a doler.

- Te va a escuchar Sonia…

Me agarra del pelo y aprieta mi cabeza contra el cristal, con su rodilla me separa las piernas y con la otra mano me da un azote de nuevo. La cabeza sigue completamente pegada al cristal, me agacha un poco para poner el culo en pompa y que asi se vean mis agujeros.

Un aullido de dolor escapa de mi boca, no he podido controlarlo. Mas que dolor es una sensacion de escozor en el centro de mi ano. Mi hermano ha clavado su dedo hasta el fondo, de una vez, sin lubricar, sin cuidado y sin miramientos.

Escucho a mi hermano decir que me calle, pero yo sigo cual bocina de ambulancia, chillidos agudos y estridentes salen de mi boca. No es la primera vez que alguien intenta darme por culo, pero si es la primera que algo entra en el.

- ¿QUE ESTA PASANDO AQUI? – Grita mi hermana desde la puerta al vernos.

Sus ojos recorren la habitacion. Todo estaria normal de no ser porque en la ventana se encuentra su hermana, con la cara completamente pegada al cristal y las manos sobre el tambien: con lagrimas en los ojos, el pelo desordenado, los pantalones en los tobillos y agachada en posicion de cacheo, con las nalgas rojas y el dedo de su hermano en el culo de ella.

- Te explico… - Se