Unete a nuestro nuevo grupo de telegram, si llegamos a los 2k de seguidores regalaremos 50 cuentas vip al azarA modo de introduccion: el relato de hoy es la continuacion de una serie de una relacion con mi hermana mayor Lucia. Aunque no es estrictamente necesario leer los anteriores capitulos para entender este, pongo aqui el orden en que se deben leer: 1. “Fantaseo con mi hermana Lucia” (I, II y III), “Mi hermana, la mejor amante” (I y II), “Mi hermana adultera y mi amigo”, “Mi hermana me consuela” y finalmente “Calurosa tarde de verano con mi hermana”. Hay tambien una “precuela” titulada “Un maduro estrena a mi hermana”.
Para quien quiera leer este directamente, recordare que mi hermana Lucia es una mujer cinco anos mayor que yo (ella tiene 40 anos y yo 35), es alta, delgada, tiene pechos grandes, culo respingon y unas piernas muy bonitas que volvia loco a cualquier, incluso a algunos de mis amigos. Su cara era bonita, aparentando menos edad de la que realmente tiene, ojos marrones y una larga melena negra y lisa. Desde adolescente me habia sentido atraido hacia ella, siendo una de mis fantasias recurrentes y pese a que esta casada y es madre de tres hijos llegue a tener sexo con ella en dos ocasiones: octubre del 2023 y en abril de este ano, ademas de poder ver como follaba con uno de mis amigos. Aunque soliamos acordar no repetir aquellas experiencias sexuales, mi deseo hacia ella era demasiado grande, por lo que caiamos de nuevo en la misma tentacion. A continuacion viene el nuevo relato.
Relato
Estabamos mi hermana Lucia y yo descargando las compras para el Dia de Reyes, que aqui en Espana es entre el 5 y el 6 de enero. Habia pasado un par de dias desde Nochevieja, entrado en este nuevo ano. Ella tenia tres hijos y me pidio que la ayudara a realizar las compras mientras su marido se encarga de estos. Como yo no tengo pareja ni hijos, a veces me imagino que somos un matrimonio haciendo cosas que se supone que maridos y mujeres hacen fuera de casa, como haciamos en ese momento. Los vendedores nos tomaban como tales y nunca me paraba a corregirles y ella tampoco. De hecho me agradaba que pensaran que perfectamente habia logrado en la vida la estabilidad emocional y sexual al lado de una mujer tan atractiva como ella.
Sinceramente, en los ultimos tiempos en los que habiamos comenzado a tener sexo incestuoso y adultero empece a tener celos de su marido. El hecho de que el, con menos atractivo fisico y menos inteligencia que yo hubiera conseguido enamorar en un momento del pasado a aquel mujeron y ademas dejarla embarazada en tres ocasiones me creaba problemas de autoestima. A todo eso le sumas que yo no tenia pareja y a mis 35 anos no habia logrado tener hijos, lo que resulta penoso para un catolico que necesita cumplir con el precepto de llenar la tierra con mis descendientes, como pide Dios al ser humano en el Genesis.
Terminamos de cargar los regalos en el maletero y nos subimos en su coche.
- Eres un buen tio para tus sobrinos-me dijo.
- Ojala algun dia poder ser un buen padre para mis hijos-le respondi.
- Seguro que si-me aseguro mientras me pasaba sus dedos por la cara-porque compartimos genetica, que si no te dejaba que me prenaras-y me estampo un beso en la cara.
Arranco el coche y abandonamos aquel parking del centro comercial. Hubo un rato de silencio, solo la radio de fondo. Al fin, ella saco tema de conversacion y me pregunto si no habia alguna chica en la que me hubiera fijado ultimamente. Le respondi que Carol, la argentina de 19 anos que frecuentaba nuestra iglesia.
- Te van muy jovencitas-senalo-y no te culpo. Debes buscarte una chica joven y guapa que te de muchos descendientes. Y ademas, una buena catolica, no como tu ex, que iba de beata y se aprovecho de ti. Carol es buena candidata para ti.
En eso la mire, y mis ojos fueron desde su rostro hacia su busto, escondido por aquella blusa de color purpura. No habia dejado de tenerle ganas desde la otra vez, en nuestra casa del campo. Puede que me fijara en otras chicas, pero ella era la que lograba excitarme con lo minimo, incluso ahora que conducia y su cuerpo estaba cubierto, solo imaginando lo que se escondia en esa figura.
- ¿Sabes que ya apenas tengo sexo con mi marido?-me solto de repente, adivinando mis pensamientos lascivos con ella-Creo que haber tenido hijos afecto a nuestra vida sexual. Afortunadamente para mi, di contigo, el mejor de los amantes y del que nadie sospecha.-dijo esto mientras ponia su mano en mi rodilla y se mordia el labio.
- Y afortunadamente tambien para mi-le dije- me he acostado con varias mujeres, pero tu rompiste el molde. Contigo puedo ser tal como soy y me complaces de tal manera que antes de que te pida algo ya lo has hecho por ti misma.
- Pues hablando de eso, creo que te gustaria que parara en algun lugar apartado y nos “divirtieramos”-me dijo, provocandome una ereccion.
Paro en un lugar apartado, y empezamos a besarnos, mezclandose nuestros labios, lenguas y saliva. Pasamos a la parte trasera y bajando uno de los asientos traseros, saco un bote de nata. Volvio a colocar ese asiento en su lugar y seguimos besandonos, colocando ella su mano sobre mi bragueta. “¿Lo necesitas, verdad, cielo?”, me dijo antes de reanudar aquellos besos pasionales. “Joder, no comprendo que tu marido no quiera hacerlo contigo. Si por mi fuera te haria el amor manana, tarde y noche”, le respondi. Coloque mi mano derecha en su espalda mientras la izquierda estaba sobre la parte de atras de su cabeza, acariciando su larga melena negra.
Procedi a desabrocharme el pantalon vaquero que llevaba, mientras ella besaba mi cara y mi cuello muy despacito, como anunciando lo que se avecinaba. Si Lucia me excitaba cuando estaba desatada, mas lo hacia cuando iba despacito. Al sacar mi miembro viril ella se quedo mirandolo y coloco su mano derecha, cuyos movimientos provocaron que salpicara con mi corrida el cristal de la ventana. “Uf, eso es que tenias muchas ganas de volver a verme”, me dijo. Todo eso sin antes haberse desnudado. Era una prueba del gran deseo que sentia hacia mi hermana, a pesar de haber tenido sexo con ella. Lucia es mi musa, mi diosa, y ese era mi tributo de semen.
Ya mas relajado, ella se quito aquella blusa purpura que tan bien se le ajusta a su figura, y me mostro su sujetador de color rojo. “Me lo puse en Nochevieja”, me dijo, “queria que me miraras el escote, que me comieras con los ojos, a pesar de que a mi marido no le gusta que ensene carne”, y me puso sus enormes pechos sobre la cara. Aquellas tetas sobre mi rostro lograron provocarme de nuevo otra ereccion. “Joder, si que vuelves a la carga rapido”, me dijo. “Lucia, estas buenisima, te estaria follando a cada hora”, le dije. El hecho de tener a su hermano pequeno y soltero ciego de la lujuria por ella parecia ponerla mas cachonda. Por un momento se aparto de mi y se quito el pantalon. Empece a acariciarle los muslos hasta que llegue con mis dedos hacia su braguita, tambien de color rojo. Introduje mis dedos y comence a dedearla, es decir, masturbar su clitoris. Ella gemia y gemia, hasta que logro tener su merecido orgasmo.
Con mi polla endurecida como si fuera un menhir, se tumbo sobre el asiento trasero del coche y cogio el bote de nata y lo pulso para que esta se extendiera sobre sus pechos. “Chupalos”, me ordeno. Y comence a dar pequenos bocados a esas hermosas tetas mientras las amasaba, como si fueran dos bollitos de pan. Habia echado una gran cantidad de nata sobre sus pechos, pero logre limpiarlos con mi boca y mi lengua, mordisqueando sus pezones marroncitos. Todo aquello parecia excitarla, y a mi tambien, pero yo lo que mas deseaba es que de nuevo se dejara penetrar. Le dije Ir a página 2 22 Oct 2024Views 609Con mi madre y con mi tia Un joven que llevaba tiempo teniendo sexo con su madre, se va a vivir con su tia, por motivos de trabajo y tambien empieza a tener sexo con ella.
Un joven se pone en contacto conmigo a traves de mi correo electronico:
(tpreciados2000@gmail.com)
Pidiendome que le ayude para conseguir tener sexo con su tia.
Me cuenta que lleva tiempo teniendo sexo con su madre, pero que ahora se ha ido a vivir en casa de su tia, hermana mayor de su madre, porque ha encontrado un trabajo donde ella vive, que estan ellos dos solos y lo que quiere es acostarse con ella.
Yo le digo que me facilite los datos de su tia y su correo electronico y que me cuente lo de su relacion con su madre.
El me facilita los datos de su tia y me cuenta lo siguiente sobre su relacion con su madre:
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Te cuento lo de mi madre.
Para empezar te digo que soy hijo de madre soltera, que me tuvo muy joven, que siempre hemos vivido los dos solos y nunca trajo ningun hombre a casa.
Yo desde siempre hablaba con mi madre de sexo, porque ella estudio medicina en su juventud, y me ilustraba sobre el tema.
Me banaba con ella desde que era muy pequeno, hasta que un dia, con el paso de los anos, mientras ella se desnudaba, y yo tambien, me quede viendola sus ricas tetas y ese culo delicioso que tiene y tuve mi primera ereccion.
Nunca habia sentido algo asi.
Entonces mi madre se dio cuenta de ello y me dijo:
- Veo que ya no eres un nino, estas sufriendo los cambios de la adolescencia, te explicare algo, y senalo todo su cuerpo desnudo y reforzo los aprendizajes anteriores.
Me dijo que eso en mi pene era normal al ver a una mujer y seguimos banandonos como si nada.
Al otro dia a mi mama se le cayo el jabon y cuando se agacho a recogerlo yo la mire y volvio esa ereccion y me dijo:
- ok, no te preocupes, es normal, es un problema de adolescentes y te voy a ensenar como solucionarlo.
Tomo mi pene y empezo a menealmelo hasta que me vine en sus tetas.
Me dijo que cada vez que yo necesitara ayuda solo se la pidiera.
Y asi fue, cada vez que yo tenia una ereccion ella me masturbaba.
Despues de un tiempo eso ya no era suficiente y empezo a hacerlo mientras jugaba o chupaba sus tetas.
Luego eso cambio y mas adelante me dio mi primera mamada y me dejo venirme en su boca.
Asi siguio por mucho tiempo hasta que cumpli los 18 y en mi cumpleanos, cuando llegue a mi casa, la encontre en ropa interior.
Ella se puso de rodillas en la cama y me dijo que como regalo ibamos a coger.
Y ahi la cogi por primera vez.
Luego me enseno a cogerla por su culo, para que me pudiera correr sin utilizar preservativos.
Ella me dijo que estaba dispuesta a hacerlo cada vez que yo tuviera una ereccion.
Al principio yo tenia muchas erecciones y ella dejo de usar ropa interior y empezo a usar minifalda dentro de la casa y asi yo tenia libre acceso a su cuerpo cada vez que yo lo quisiera.
Asi todo era mas rapido y lo haciamos varias veces al dia hasta que me mude a casa de mi tia por trabajo.
Y ahora lo quiero seguir haciendo igual con su hermana mi tia, con la que estoy viviendo desde hace un mes.
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Yo me puse en contacto con su tia y despues de un par de intercambios de correo le dije lo que habia, que se trataba de su sobrino, que se habia ido a vivir recientemente con ella y queria poder tener sexo con ella.
Me contesto que eso era incesto y que jamas lo haria con su sobrino.
Que que pensaria su hermana de ella si lo hiciera y llegara a enterarse.
Yo entonces la dije que no se preocupara por su hermana, porque su sobrino llevaba teniendo sexo con ella desde hacia tiempo.
Ella al principio me dijo que eso no podia ser, que era mentira y que no se lo podia creer.
Yo la dije que eso era lo que me habia dicho su sobrino.
En su siguiente correo, se ve que habia estado dandole vueltas al tema y me dijo que ahora, pensandolo bien, le cuadraban algunas cosas y actitudes que habia visto entre su sobrino y su madre cuando los visitaba.
Cuando estabamos hablando, en su pais eran las 11 de la noche y cada uno estaba ya en su dormitorio, intercambiando correos conmigo desde la cama.
Yo la dije que si queria que le dijera a su sobrino que fuera a su dormitorio y asi ya decidian que hacer.
Ella me dijo que si, pero que le dijera que en principio era solo para hablar.
Yo se lo dije al sobrino y os podeis imaginar las ganas de hablar que tenia cuando fue para alla... Jajaja
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Al dia siguiente recibi este correo del sobrino
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Te cuento lo que paso anoche con mi tia:
Llegue a su dormitorio y ella me estaba esperando se tasa en la cama con su ropa de dormir, por lo que ya viendola asi, que se la notaban los pezones de sus tetas en la camiseta de tirantes que llevaba puesta, a mi se me puso dura y como yo iba a lo que iba, no ne moleste en disimularlo y vi como mi tia se fijo en eso desde el primer momento.
Me sente a su lado y a ella se le veia muy nerviosa y con su cara muy roja.
No te voy a mentir, yo tambien estaba muy nervioso, pero me tranquilizaba pensando que si tenia sexo con mi madre, no me iba a poner nervioso por intentar tenerlo tambien con mi tia.
Ella empezo diciendome que si era verdad lo que yo la habia dicho de el y mi madre.
Yo la conteste que si, que tenia sexo con ella desde hacia tiempo.
Ella se puso mas nerviosa aun y como que se asusto por la cara que puso.
Yo, viendo que tenia que hacer algo, la abrace, ella me miro a la cara y yo a ella y ahi la bese en los labios.
Ese vedo la relajo, acerco su cabeza y la apoyo en mi hombro.
Yo interprete eso como que me daba via libre, asi que la recoste sobre la cama y la volvi a besar.
Ella ahi ya me abrazo y me correspondio a mi beso.
Yo acaricie sus tetas por debajo de la camiseta y ella lanzo un suspiro, como de alivio.
Eso fue para mi la senal definitiva.
La quite la parte de abajo y ella misma se saco la camiseta, quedandose desnuda.
Yo tambien me desnude y todo seguido, meti mi cabeza entre sus piernas, que ella habia abierto y empece a comerme su cono... Umm
Ella habia agarrado mi cabeza con sus dos manos y me la apretaba contra su cono, como si me la quisiera meter dentro y gemias muy fuerte hasta que se corrio en mi boca.
Yo, de seguido, me subi y se la meti y ahi ella se volvio loca, gritando y diciendome muchas cosas:
- Siiii, siiii, metemela, follameeee, folla a tu tiaaaaa... Damela todaaaa.. Ahahahah
Yo creo que empezo a tener un orgasmo desde el principio y yo, con lo excitado que estaba, no tarde mucho en correrme y lo hice sin preguntarle si podia hacerlo dentro, pero ella me apretaba de mi culo, con lo que entendi que no queria que se la sacara.
Y bueno, a partir de ahi ya volvimos a coger dos veces mas, hasta que yo ya estaba agotado.
Ella se levanto al bano, supongo que a limpiarse la leche que tenia en su cono de las tres corridas de su sobrino.. Jajaja
Esta manana cuando me desperte ella ya no estaba en la cama.
Yo fui al bano y despues a mi dormitorio y me puse a contartelo, porque estaba tan contento que tenia que decirtelo a ti y darte las gracias por tu ayuda.
Gracias de verdad Tomas. 23 May 2024Views 803Iba para monja pero le di mi virginidad a mi padre Lo tenia decidido, iba a convertirme en monja en un convento de clausura. No podia aguantar mas mis pensamientos lujuriosos hacia mi padre. Pero todo cambia cuando mi progenitor encuentra mi diario secreto donde escribo mis confesiones y acabo entregandole mi virginidad.
Llevaba un tiempo con la idea metida en la cabeza de que queria ser monja de clausura, para poder vivir en un convento aislada e intentar no seguir siendo una pecadora. Ocultaba un gran secreto que nadie sabia, era algo inmoral que me hacia sentir sucia. Por mucho que rezara, no conseguia dejar de desear a mi padre. Tenia un diario en el cual plasmaba mis vivencias y lo que me hacia sentir mi progenitor. Escribir me ayudaba a sobrellevar esta penitencia tan grande que cargaba en mi interior.
“Querido diario, ya no aguanto mas. La tentacion me esta venciendo y necesito escapar de esta casa para sanar mis pecados. Tengo pensamientos lujuriosos hacia mi padre, lo cual hace que mis bragas se mojen, como si fuera una vulgar ramera. No puedo reprimir ese instinto tan primario y salvaje. Por eso he decidido convertirme en monja, para aislarme y no ser una oveja descarriada. Si no tengo contacto con mi progenitor, tal vez pueda seguir adelante con mi vida y ser feliz, porque vivir asi es una verdadera tortura.”
Cada vez que escribia un poco, me sentia mejor, aunque esa sensacion no duraba mucho y pronto volvian mis demonios. Hacia unos dias que mi padre apenas me hablaba, ya que estaba muy disgustado con la idea de que fuera monja. Al principio se intereso por si tenia algun problema o si me pasaba algo, porque no era muy normal que hubiera tomado esa decision, pero al no sonsacarme nada, supongo que se resigno a aceptarlo.
No era como las chicas de mi edad, ya que yo no me acostaba con chicos. Yo era virgen, pero no porque fuera una mojigata, sino porque siempre habia tenido la fantasia de entregarle mi virginidad a mi padre. Sin embargo, cuando pensaba en ello, no lo imaginaba como algo romantico con besos y caricias. Lo que realmente me ponia cachonda y hacia que mi vagina babeara, era fantasear que mi padre me sometia y me dominaba de forma salvaje. Eso provocaba que acabara masturbandome y luego me hacia sentir sucia por ello.
Fueron pasando los dias. Me encontraba en mi habitacion, cuando mi padre pico a la puerta.
- Tenemos que hablar, Carmen -pronuncio con voz seria.
- Esta bien, puedes pasar, padre -le indique. Al entrar, se sento en mi cama y me hizo un gesto para que yo tambien me sentara en ella, ya que en ese momento yo me encontraba en la silla de mi escritorio.
- Es sobre lo que hablamos de tu intencion de hacerte monja, hija. Tanto tu madre como yo estamos preocupados por tu bienestar y queremos asegurarnos de que estas tomando las decisiones correctas en tu vida -pronuncio una vez me sente en la cama.
- Ya os dije que la decision estaba tomada y no hay vuelta atras -le conteste, intentando ser lo mas contundente posible para zanjar el tema. No queria estar a solas con el mucho tiempo, de lo contrario no podria mantener mis pensamientos lujuriosos bajo control.
- ¿No tienes nada que decirme sobre por que has tomado esta decision? ¿Tengo algo yo que ver en ella? Ya sabes que tenemos confianza y me puedes contar cualquier cosa -me preguntaba preocupado, yo me moria de ganas de confesar mi deseo por el, pero no me quedaba otra opcion que reprimirme.
- No, estoy bien, puedes estar tranquilo -respondi escuetamente.
- Bueno, ya veo que no me dejas otra opcion que decirte la verdad, hija. Cuando nos contaste tu intencion de querer ser monja, nos preocupamos mucho y estuve buscando en tu cuarto para ver si encontraba algun indicio de lo que estaba pasando, y me tope con tu diario. Siento no haber respetado tu intimidad, pero en este caso era necesario -me confesaba de forma inesperada, y yo queria morirme de la verguenza que sentia, notaba como mi cara se ponia roja.
- !Joder, padre! ¿No me digas que lo habeis leido? -gritaba de forma impulsiva y muy abochornada por la situacion.
- Tranquila, solo lo he leido yo y luego lo volvi a dejar en su sitio. Tu madre no sabe nada de este asunto, por eso queria hablarlo contigo a solas -me explico. Yo seguia nerviosa y avergonzada y no sabia que decir, pero era un alivio que mi madre no supiera nada.
- Pensaras que soy una guarra.
- No hija, te comprendo perfectamente. Cuando yo era joven tambien tuve ese tipo de pensamientos con mi madre.
- ¿Con la abuela?
- Si, con tu abuela Maria.
- ¿Y le confesaste lo que sentias por ella, o te has pasado toda la vida reprimiendo tu deseo? -le pregunte sorprendida por lo que acababa de descubrir sobre mi padre.
- Lo hable con ella y me comento que era algo que pasaba a menudo en nuestra familia, ya que a ella tambien le habia pasado con su padre.
- ¿Y entonces? ¿Como pudiste sobrellevar el malestar que te provocaba desear a tu madre?
- Pues lo mismo que hizo ella con su padre, estuvimos follando durante anos, incluso de vez en cuando algun polvo sigue cayendo cuando nos vemos -me confesaba mientras yo escuchaba atentamente, sin dar credito a todo lo que estaba oyendo.
- No sabes el peso que me has quitado de encima. Ahora me siento mas tranquila sabiendo esto. Bueno, tranquila y cachonda -le soltaba fruto de la emocion por saber que mi padre era igual que yo, lo cual provocaba que mis bragas se empezaran a mojar.
- Pues mira como me tienes a mi -me decia mientras se sacaba la polla del pantalon completamente erecta.
- !Uff, que tentacion! ¿Puedo lamertela, padre?
- Quiero que me la chupes, pero con la condicion de que prometas que dejaras de pensar en ser monja y que esto quedara entre nosotros. Tu madre no puede enterarse bajo ningun concepto.
- Te lo prometo -le conteste y seguidamente me arrodille en el suelo delante de el y admire el miembro de mi padre palpitando a pocos centimetros de mi cara. Era excitante poder estar asi de cerca de eso que tanto habia deseado durante anos. Me anime y empece a pegarle unos timidos lametones para ver que se sentia. Y la verdad es que provoco que mis bragas se empaparan aun mas. Me introduje el glande en la boca y lo succionaba como si fuera uno de los ricos helados que tanto me gustaban, pero este era mejor ya que su sabor a carne de polla paterna me volvia loca. Mamaba todo lo que podia, mi padre gemia y me daba algunas indicaciones, como que lo babeara bien o que lamiera sus cojones. En un momento dado, comenzo a apretarme fuertemente la cabeza para forzar mi inocente garganta provocandome algunas arcadas.
- A ver, quiero que me ensenes ese conito. Lo que mas me excito de todo lo que lei en tu diario es que eras virgen y te reservabas para mi -pronunciaba, y yo me ponia de pie y me empezaba a quitar la ropa. tenia las bragas encharcadas y, al bajarmelas, unos hilos babosos y transparentes se quedaban en suspension en mi vagina hasta que acababan cayendo.
- ¿Te gusta? -le preguntaba mientras me mordia los labios.
- !Joder, hija, !que bonita y rosadita, y encima la tienes llena de jugo! Anda que te iban a dejar entrar las monjas en el convento con el cono asi de pelado. !Me encanta, sin ningun pelo se disfruta mejor! -exclamaba por la grata sorpresa y acercaba su cabeza. Notaba como su humeda lengua empezaba a lamer mis labios y clitoris. Era una sensacion muy placentera, yo gemia y el intensificaba el ritmo. En pocos minutos, note un fuerte orgasmo y me corri, soltando mis fluidos en la boca de mi padre.
- Ha sido una sensacion increible, padre. ¿Quieres meter ahora tu polla dentro de mi chochito virgen? ¿A ver como se siente de caliente? -le tentaba, ya que estaba deseando tener a mi padre rellenando el interior de mis paredes vaginales.
- Claro, hija, es lo que mas deseo, que me entregues tu virginidad -me respondia mientras me tumbaba en la cama boca arriba. Mi padre se ponia encima, y aprovechaba para lamer mis pechos y mordisquear mis pezones. Empece a notar como empujaba con fuerza su pene contra mi estrecha vagina. Le costaba entrar y me dolia bastante. Estuvo un rato insistiendo hasta que finalmente entro y se oyo un chasquido. Note un fuerte dolor, era evidente que me habia roto el himen y por fin le habia entregado mi virginidad a mi padre. Sangro un poco, pero pudimos continuar. El me penetraba primero con delicadeza y progresivamente se volvia mas rudo. Sentia entre dolor y placer, el parecia disfrutar de poder introducirse en mi estrecho orificio recien estrenado.
- Me duele, pero me gusta, padre. Me has estrenado la boca y el cono, pero me encantaria que tambien hicieras lo mismo con mi culo. ¿Que mejor forma de perder la virginidad que haciendo un completo por los tres orificios? -le pedia, y el me cogia, me giraba y me ponia a cuatro patas encima de la cama. Notaba como me abria las nalgas y empezaba a lamerme el ano. Cuando comenzo a apretar su polla contra mi pequena cavidad anal, note mucho mas dolor de lo que habia sentido cuando me revento la vagina. Poco a poco consiguio abrirse camino. Yo tenia la sensacion de que mi culo iba a estallar de lo apretado que lo notaba todo. Sentia mas dolor que otra cosa, pero mi padre jadeaba fuerte y deje que disfrutara al taladrar mi culo a placer.
- Hija, ahora ponte encima mio. Quiero ver como botas con todas tus fuerzas -me indicaba mientras cambiabamos de postura. Me coloque como me dijo y empece timidamente a insertarme el pene de mi padre. El me cogia fuertemente de las caderas y forzaba su miembro hasta el fondo, lo que me producia dolor. Me subia y me bajaba como si fuera un titere a su antojo. Poco a poco el dolor disminuia y aumentaba el placer, ya que estaba cachondisima de estar cabalgando a mi padre mientras podiamos mirarnos fijamente. Note un escalofrio recorriendo mi cuerpo y tuve un orgasmo. Me movia lo mas rapido que podia, ya que queria que se corriera en mi interior y me diera toda su leche paternal. Solo de imaginarlo, volvi a sentir otro fuerte orgasmo que sacudia mi cuerpo. Percibi que mi padre estaba a punto de eyacular, ya que intensificaba sus jadeos. Aproveche para pegar los sentones mas profundos que pude, hasta que mi padre grito que no podia mas. Note como mis paredes vaginales se rellenaban con el esperma de mi progenitor.
- Ufff, ha sido genial follarte. Reconozco que soy un privilegiado, no todos los dias una hija entrega su virginidad a su padre. Estoy orgulloso de ti -me felicitaba mientras observabamos como la gran cantidad de semen caliente que me habia echado en mi interior chorreaba por mi vagina, que acababa de perder la inocencia de forma incestuosa a manos de mi propio padre. No pude resistirme y meti mis dedos por mi entrepierna para llevarmelos a la boca y saborear el jugo de los cojones de mi progenitor. Era la sensacion mas morbosa que habia sentido nunca, leche paternal en mi chocho y en mi boca.
Mi madre no tardo en llegar a casa, si hubiera venido un poco antes se habria encontrado con una conmovedora escena entre padre e hija. Cuando le di la noticia de que no iba a ser monja, ella se alegro muchisimo por mi decision. Lo que no podia imaginar es que mi padre me habia convencido para que cambiara de opinion, follandome los tres orificios y rellenandome de leche. Fue una suerte que fuera el quien encontrara el diario y no ella. Estare eternamente agradecida a mi padre por evitar que tuviera una vida miserable en un convento de clausura, rodeada de monjas. Nuestros encuentros fueron constantes a espaldas de mi madre. Recuerdo aquel dia como el mas feliz de mi vida, ya que pude entregarle mi virginidad como siempre sone. Eso creo un vinculo especial entre nosotros que nos uniria para siempre.
"Si os ha gustado el relato, no dudeis en dejar vuestros comentarios. Dar las gracias a los que puntuan con cinco estrellas. Saber que los lectores valoran el tiempo invertido es una gran motivacion para seguir escribiendo. Gracias." 31 Jan 2024Views 773Hago desaparecer la ropa de mi tia Pese a que su hermano mayor esta en contra, Hugo quiere ser mago. Encontrara el inesperado apoyo de Carolina, su joven y atractiva tia.
Siguiendo los consejos de esos que dicen que siempre tienes que ser tu mismo, decidi apostar por mi gran pasion, aunque me auguraran un futuro incierto. Casi nadie en mi familia estaba de acuerdo con el camino que habia elegido, hasta que obtuve el apoyo menos esperado. Eso cambio mi vida como por arte de magia.
Aunque nunca me falto de nada, recuerdo mi infancia como una etapa muy triste. Me esforzaba a diario para ser el hijo perfecto y que mis padres mostraran hacia mi la misma devocion que sentian por Loren, mi hermano mayor. El era un zoquete, no aprobaba un examen ni aunque le fuese la vida en ello, pero tenia un simple don que lo hacia perfecto a sus ojos: jugaba muy bien a futbol.
Por increible que parezca, a mis padres les parecia mas interesante el talento de Loren con la pelota que el mio con los libros. Les daba igual las notas que yo sacara o que con cinco anos ya demostrara ser mucho mas inteligente que el, para ellos solo existia mi hermano porque, como ellos decian, era el que podia sacarlos de pobres.
Lo mas sencillo para mi hubiese sido seguirles el rollo y unirme a las constantes alabanzas hacia mi hermano, de hecho, al principio era asi, hasta que comenzo a comportarse como uno verdadero tirano conmigo. Loren sabia que era el protegido de mis padres y no dudaba en sacar partido de ello, sin importarle lo mas minimo lo que yo pudiera sufrir.
- Traeme agua, enano.
- No soy tu sirviente.
- Tengo que estar descansado para el partido de manana.
- Juegas el equipo del cole y te comportas como una estrella.
- Van a venir a verme los ojeadores de un equipo muy importante.
- ¿Y el requisito para ficharte es que no hagas ni el huevo en casa?
- No, es tener un hermano mariquita, asi que estoy de suerte.
- Eres un cerdo.
- El agua, Hugo, no te lo digo mas.
Ese tipo de advertencias solian ir acompanados de una colleja o a veces incluso algo peor, pero mis padres siempre le restaban importancia. Al dia siguiente jugo el partido y la verdad es que se salio, consiguiendo que lo ficharan para la cantera de ese gran equipo. Si hasta ese momento mi situacion en casa habia sido un infierno, se preveia que se convirtiese en algo bastante peor.
Estabamos ya en la adolescencia cuando mi calvario alcanzo su punto mas algido. Loren estaba totalmente descontrolado, su buen rendimiento en el campo lo hacia creerse intocable y trataba con desprecio incluso a nuestros padres, aunque a ellos les daba igual. Lo de besar el suelo por el que pisaba mi hermano parecia una epidemia que alcanzaba a todos los miembros de la familia... menos uno.
Mi tia Carolina, hermana pequena de mi madre, era la unica que parecia darse cuenta de lo mucho que yo sufria a causa de esa diferencia de trato. A ella no le gustaba nada el futbol, asi que Loren no la podia impresionar con sus habilidades y su presunto futuro dorado en ese deporte. Preferia pasar tiempo conmigo, hasta que se tuvo que marchar.
- ¿Como ha ido la semana, Huguito?
- No me llames asi, tia, que ya tengo trece anos.
- Perdone usted, don Hugo.
- Ha ido bien, pero porque Loren esta en un torneo no se donde.
- Aprovecha esa tranquilidad.
- Ya podria irse para siempre.
- Ahora que dices eso...
- ¿Que pasa?
- Dentro de un par de semanas me voy a mudar.
- Supongo que al fin te vas a vivir con tu novio.
- Si, el problema es que nos vamos un poquito lejos.
- ¿Como de lejos?
- A otro pais.
- No puedes hacerme esto, eres la unica que me entiende.
- Le han ofrecido un trabajo que no puede rechazar.
- Pues que se vaya el.
- Esa era la idea, pero es que aqui no tengo nada, quizas alli encuentre trabajo.
- Que asco de vida.
Con mi tia se fue lo unico bueno que me quedaba en la familia. Sabia que a partir de aquel momento ya no tendria en quien refugiarme cuando Loren volviera a hacer de la suyas. Nunca me habia gustado un novio que tenia, asi que se me hizo muy sencillo odiarlo por habersela llevado tan lejos. Aunque mi madre, que tampoco tenia demasiada buena relacion con ella, decia que no iba a tardar en volver.
Pero los anos fueron pasando y la tia Carolina no volvia, ni siquiera por Navidades. Todo lo que sabia de ella era por las redes sociales, ya que al principio me llamaba a menudo, pero luego dejo de hacerlo. Al final no me quedo mas remedio que acostumbrarme a su ausencia, a pesar de que la situacion en casa seguia sin mejorar.
Las esperanzas de Loren en tener una gran carrera en el futbol se habian truncado por culpa de su mala cabeza. En cuanto descubrio el mundo de la noche y comenzo a salir con chicas, su vida se hizo incompatible con la de un deportista de elite. A mi no me importaba nada que se le hubiese escapado la oportunidad de ganar grandes cantidades de dinero, solo pensaba en que aquello podria cambiar su actitud y volverlo mas humilde.
Como era de esperar, aquello no ocurrio. No tenia lo suficiente para ser futbolista de primer nivel, pero si para que lo fichara un equipo de tercera o cuarta division. El sueldo que le pagaban era mas bien justo, pero, teniendo en cuenta que no tenia ningun tipo de estudio, no le quedaba mas remedio que aferrarse a esa posibilidad.
A mis padres les dio igual que ya no tuviera ninguna opcion de triunfar en el futbol, para ellos seguia siendo su ojito derecho mientras que yo me mantenia como si fuese invisible. Aunque ya estaba acostumbrado, tenia la esperanza de que se fijasen en mi en una etapa tan importante de mi vida, pero solo recibi esa atencion para mal.
- Hugo, ¿ya has decidido que carrera quieres estudiar?
- Si, mama, quiero ser enfermero.
- Supongo que habras querido decir medico.
- No, no quiero pasarme tantos anos estudiando.
- ¿Desde cuando te has vuelto tan vago?
- ¿Vago yo?
- Quieres hacer una carrera menor por no estar mas anos en la universidad.
- Creo que como enfermero podre ayudar a mucha mas gente.
- No se trata de ayudar, sino de ganar mas dinero.
- ¿No os iba a sacar de pobres el futbolista?
- Tu hermano ha tenido muy mala suerte con las lesiones.
- Si, concretamente con el golpe que debio darse en la cabeza al nacer.
- Eres muy cruel con el.
- Lleva anos maltratandome con vuestro consentimiento.
- A ver si superas ya esos celos que le tienes.
Estaba tan acostumbrado a esos desprecios que ya ni siquiera me molestaban. Solo tenia que enfocarme en acabar el instituto para asegurarme la mejor nota de cara a la universidad y en cuanto fuese posible me largaria de esa casa. Sabia que no iba a ser algo inmediato, que si me enfocaba en los estudios todavia tardaria en ganar dinero, pero no tenia otra opcion.
Loren pensaba lo contrario, pero a mi siempre me habian gustado las chicas. El problema era que todo lo vivido en mi casa me habia creado una inseguridad enorme y nunca me atrevia a acercarme a ellas. Justo por ese motivo estaba a punto de llegar a la mayoria de edad sin ni siquiera haber conseguido besar a una.
Los estudios me absorbian tanto tiempo que no le daba demasiada importancia al asunto de las chicas, hasta que veia como mi hermano las traia a casa, cada semana una nueva. Aprovechaba cuando nuestros padres se ausentaban para subirlas, y yo desde mi habitacion tenia que escuchar los gemidos mientras se las tiraba.
- Te podrias ir con tus novias a un hotel.
- ¿Estas envidioso?
- Claro, que no.
- Ya lo se, tonto, si a ti no te gustan las chicas.
- ¿Que te hace pensar eso?
- Siempre lo he tenido claro, y mas desde que quieres ser enfermera.
- ¿Y tu que quieres ser?
- Yo soy futbolista.
- Si, claro, si cobras menos que mama en la peluqueria.
- Puede ser, pero me las follo a todas.
- Cuando tengas que retirarte a los treinta y tantos, ¿que piensas hacer?
- Poner tiritas como tu no, eso seguro.
Esperaba con ansia el momento en que se acabara la lamentable carrera de Loren y tuviera que buscar la forma de ganarse la vida siendo mas tonto que una piedra. Pero no podia perder demasiado tiempo con esos pensamientos que no aportaban nada bueno y debia centrarme en mi mismo, ya que estaba a punto de hacer la selectividad.
En cuestion de notas todo fue incluso mejor de lo esperado y meses despues pude empezar al fin la carrera, aunque tuviera a toda la familia en contra. Aun asi, era la oportunidad de mi vida, la forma perfecta de demostrar que era alguien mas alla de la sombra de mi hermano. Estaba convencido de que moverme en uno nuevo entorno me iba a servir para ser al fin yo mismo.
Los inicios nunca son sencillos, sobre todo si te encuentras rodeado de gente con un objetivo comun, es bastante mas dificil destacar. Enseguida me di cuenta de que Loren, en parte, tenia razon, ya que en la facultad casi todo eran chicas. Pense que se me tendria que dar muy mal para no conseguir ligar con ninguna, aunque mi experiencia me decia que iba a ser asi.
En el instituto fui un muchacho bastante solitario, pero una vez que llegue a la universidad me force a hablar con la gente. Aunque la inmensa mayoria era simpatica, alli no dejaba de ser uno mas, tendria que esforzarme mucho si queria que la gente me conociera mas alla de por ser uno de los pocos chicos del lugar.
- ¿Ya te has echado novio?
- Me tienes hasta los huevos, Lorenzo.
- Vaya, parece que el enano si que tiene algo de caracter.
- ¿Como consigues ligar tanto con lo capullo que eres?
- Se trata de llamar la atencion.
- ¿Eso no las echa para atras?
- A la mayoria si, pero siempre hay alguna que pica.
- No lo veo muy claro.
- Es que no creo que con los chicos funcione igual.
- Solo te lo voy a decir una vez: me gustan las tias.
- ¿En serio?
- !Pues claro!
- Yo pensaba que era maricon de verdad.
- No pasaria nada si lo fuera, pero no es el caso.
- Igual si que tengo que darte una oportunidad como hermano.
Nunca dejo de comportarse como un cretino, pero a partir de aquel dia mi hermano empezo a hacerme algo de caso y a tratarme de otra manera. El nunca se habia imaginado que pudieramos tener algo en comun, asi que descubrir que a mi tambien me gustaban las chicas lo llevo a quererse convertir en una especie de mentor para mi.
Descubri que no todo en el era tan malo, pero seguiamos siendo incompatibles. Aunque pusiera todo su empeno a la hora de ensenarme a tratar con las chicas, la verdad era que su forma de ser le beneficiaba para ligar, al igual que el hecho de que fuese futbolista, aunque jugara en un equipo de medio pelo. No habia duda de que era capaz de sacarle mucho partido a su unico don.
De todo lo que me habia dicho lo unico que se me habia quedado era que tenia que encontrar una forma unica de llamar la atencion, algo que me distinguiera. A mi nunca se me habia dado nada bien, de hecho, tampoco tenia demasiadas aficiones, hasta que un dia viendo la television se me ocurrio una idea que iba a cambiarlo todo.
- Quiero ser mago.
- Claro que si, Hugo, en Hogwarts te estan esperando.
- Lo que quiero decir es que me gustaria hacer trucos de magia.
- ¿No sera esta la forma con la que piensas ligar?
- ¿Por que no?
- No se me ocurre nada que pueda poner menos cachonda a una chavala.
- Pero eso me hara destacar.
- Si, pero para mal.
- Yo lo voy a intentar.
- Pues muy bien, pero asi vas a necesitar mucho mas que magia para meterla.
Me empene en que aquel debia ser mi camino a seguir y comence viendo tutoriales en internet. Resulto que no se me daba tan mal como se podia esperar, tenia bastante destreza con los trucos basicos de cartas. A mi hermano no le causaban ninguna impresion, pero al atreverme a realizarlo ante mis companeros de clase recibi algun aplauso.
Aquello fue lo mas cerca que habia estado nunca de ser popular, asi que decidi ampliar mi repertorio. Tuve que pedir dinero prestado a mis padres para comprar material y seguir formandome como mago. No me sorprendio en absoluto cuando me dijeron que no estaba de acuerdo en que perdiera el tiempo con eso que ellos consideraban tonterias.
Por suerte, mi aficion me estaba cambiando, me dio una seguridad que antes no tenia al ver que podia haber algo que se me diera bien. Cada vez me atrevia a hacer trucos mas complicados, aunque era consciente de que no eran demasiado impresionantes, simples enganos para personas que no prestaban demasiada atencion.
Empezo como un intento de destacar entre la multitud, una aficion como cualquier otra, pero poco a poco le fui cogiendo el gusto. Me le encantaba esa sensacion de enfrentarme a trucos que creia que no podria realizar y que me acababan saliendo. Procuraba apartar ese pensamiento de la cabeza, pero cada vez me planteaba mas la opcion de convertir aquello en una posible salida laboral.
Me daba igual que nadie me apoyara, la magia se estaba convirtiendo en mi pasion y comenzaba a verme haciendo esos trucos delante de personas que realmente no apreciaran. No tenia ni idea de como podria llegar a mostrarle al mundo mi talento, hasta que una companera de la universidad me propuso actuar en el cumpleanos de su hermano.
- Ni se te ocurra hacerlo.
- Vamos, Loren, es mi oportunidad.
- Si, de hacer el ridiculo.
- Pero si tengo los trucos muy controlados.
- ¿La chica que te lo ha propuesto esta buena?
- No esta nada mal, la verdad.
- Pues que sepas que a esa no te la vas a follar en la vida.
- Eso nunca se sabe.
- Ya te lo digo yo, te ve como un friki que puede animar la fiesta de su hermanito.
- Bueno, si no es con esa sera con otra.
- Claro, con tu mano derecha.
La fiesta fue todo un exito, tanto el nino homenajeado como sus amigos divirtieron mucho con mis trucos. Pero Loren tenia razon, esa muchacha me estuvo tratando todo el rato como si fuera un bicho raro. Yo ya estaba demasiado enganchado a la magia como para dejarla, pero quizas habia llegado el momento de plantearme una nueva opcion si no queria ser virgen de por vida.
Empece a darle vueltas a esa posibilidad, aunque la magia me absorbia mucho tiempo y encima se estaban acercando los primeros examenes de la carrera. Flotaba en el aire la posibilidad de que abandonara la opcion de ser enfermero, pero hasta entonces me seguiria aplicando al maximo. Pensaba que esas eran mis dos unicas preocupaciones, pero entonces ocurrio algo inesperado.
Una madrugada nos despertamos todos sobresaltados cuando llamaron a la puerta. Evidentemente, a esas horas no esperabamos a nadie, asi que mis padres decidieron no abrir, pero insistieron durante un buen rato. Tras asomarnos por la ventana, vimos que mi tia Carolina estaba en la calle, visiblemente nerviosa.
Una vez en casa, nos explico que su relacion se habia convertido en un autentico infierno y que tuvo que huir de su novio. Yo me ofreci enseguida a dejarle mi cama para que descansara, aunque yo tuviera que dormir en el sofa. Al dia siguiente me desperte temprano para ir a la universidad, asi que no pude hablar con ella, aunque me moria de ganas por conocer su historia.
Pase toda la manana en la facultad pensando en mi tia Carolina. Todavia era una mujer joven, ni siquiera habia cumplido los treinta, y ya habia tenido que pasar por algo como eso. No creia que pudiera hacer nada por ella, pero lo iba a intentar. El problema fue que al llegar a casa no estaba, habia salido con mi madre, y solo me encontre con Loren.
- Aun estoy flipando con lo de la tia Carol.
- Ya, pobrecilla, por lo que habra tenido que pasar.
- No, me refiero a lo buena que esta.
- Siempre ha sido muy guapa.
- Pero lo de ahora es brutal, no le recordaba yo esas tetazas.
- Loren, es nuestra tia.
- Si, bueno, pero se largo hace anos.
- ¿Y que?
- Pues que no pretenda ahora que la vea como parte de la familia.
- Estas fatal.
No se lo iba a reconocer, pero Loren tenia razon. Sabia que nuestra tia habia ganado mucho con los anos porque la seguia en redes sociales, pero verla en persona impresionaba. A pesar de la tristeza que reflejaba su mirada, estaba preciosa y tenia un cuerpazo que ni siquiera un sobrino podia pasar por alto.
Esa misma noche, cuando ya se habia serenado y vino a agradecerme que le prestara mi cama, pudimos charlar un rato. Yo trate de preguntarle con mucho tacto, pero ella no tenia intencion de contar demasiado. Repetia que habian sido unos anos horrorosos, aunque insistia en que su novio jamas le puso la mano encima, cosa que me tranquilizo.
Con el paso de los dias se convirtio en una mas en nuestra casa. Debia admitir que me alegraba la vista tenerla con nosotros, aunque era bastante mas disimulado que Loren, que la devoraba con la mirada. Nuestra relacion de hermanos pasaba por su mejor momento, pero empezo a resentirse cuando se dio cuenta de que se habia topado con la unica que no lo tenia como favorito.
- No se como puedes pasarte todo el dia hablando con la tia, es muy aburrida.
- ¿Son celos eso que noto?
- No seas estupido, si lo digo por tu bien.
- A ella le gusta la magia.
- Anda ya, las tias buenas pasan de esas cosas.
- Parece ser que no todas.
- Que mala suerte tienes, Hugo.
- ¿Por que?
- Porque solo te hace caso la unica a la que no te puedes follar.
Tener a la tia en casa fue un estimulo en todos los sentidos. Ademas de poder contemplar su belleza, encontre en ella un apoyo con lo de la magia. No solo le gustaban mis trucos, sino que me animaba a seguir probando nuevos si era eso lo que realmente me apasionaba. A veces incluso bromeabamos con la idea de que podria ser mi acompanante en los shows.
Su apoyo fue fundamental para que me lanzara a por desafios mayores. Todo lo que aprendia se lo ensenaba a mi tia de inmediato, provocandole siempre una gran impresion. Al margen de lo agradable que era sentirme apoyado, empezaba a disfrutar de su compania, quizas mas de la cuenta. La buscaba a todas horas, me encantaba estar con ella.
Lo mejor de todo era que si no la buscaba yo, era ella la que venia a por mi para proponerme trucos que habia visto en internet. No queria atribuirme todos los meritos, pero la tristeza fue abandonando el rostro de mi tia, cada vez se la veia mas alegre. Puede que se equivocara alejandose de nosotros, pero se merecia ser feliz.
- Este truco te sale ya a la perfeccion.
- Eso espero, porque manana tengo un cumpleanos.
- ¿Quieres que vaya como ayudante?
- ¿Lo dices en serio?
- Claro, hasta que encuentre trabajo necesito estar distraida.
- Por mi, genial.
- Tendrias que aprender ese truco de cortarme por la mitad.
- No, no, a ver si va a salir mal...
- Tendrias que elegir con que parte te quedas.
- Con la de arriba, si no tendria que hablarte a los pies.
- ¿Estas despreciando mi culito?
- No... yo... bueno, que...
- Tranquilo, te estaba tomando el pelo.
Cumplio con su palabra y al dia siguiente me acompano a la fiesta. Yo siempre me ponia nervioso en todas mis actuaciones, pero ella sabia como calmarme. A mi me salieron todos los trucos bien, pero fue mi tia la que acaparo casi toda la atencion con su simpatia. Se nego a que le diera la mitad del dinero, aunque estaba claro que nos tendriamos que acabar entendiendo, porque juntos el show mejoraba mucho.
Volvimos a casa muy contentos, con un subidon enorme. Nunca la habia visto tan feliz. Mi tia se fue directa a la ducha y yo me quede en mi habitacion ordenando un poco, hasta que, veinte minutos despues, ella volvio del cuarto de bano, con una toalla bastante pequena alrededor de su perfecto cuerpo, y yo me dispuse a salir.
- Hugo, espera un momento.
- Dime.
- Se me ha ocurrido un truco nuevo.
- ¿De que se trata?
- Creo que podrias hacer desaparecer algo.
- Todavia no estoy a ese nivel.
- Tu intentalo.
- ¿Como?
- Agitando la varita.
- No la tengo aqui.
- Da igual, haz como si la llevaras en la mano.
No sabia hasta donde pretendia llegar, pero le hice caso y fingi agitar la varita. Justo en ese momento, mi tia dejo caer la toalla y dijo que habia hecho desaparecer su ropa. Hubiese querido taparme la cara, pero no fui capaz. La vision de su cuerpo desnudo me dejo como hipnotizado. No podia parar de mirar su sexo depilado, y menos aun esas tetas que todavia eran mas impresionantes al descubierto.
Sabia que estaba tan a gusto conmigo como yo lo estaba con ella, pero nunca imagine que tambien tuviera ese tipo de deseos hacia mi. Se trataba de algo totalmente prohibido por nuestra relacion familiar, pero en ese momento solo deseaba abalanzarme sobre mi tia. No hizo falta, fue ella la que se acerco hasta que quedamos bien pegados.
- ¿Que estas haciendo, tia?
- Quiero que desaparezca la distancia entre nosotros.
- Ya casi no la hay.
- Y quiero tambien hacer desaparecer tu lengua en mi boca.
Tras decir eso, mi tia poso sus labios en los mios y comenzo a besarme. Yo imite todos sus movimientos sin tener ni idea de lo que debia hacer. Ella me iba guiando, tanto al abrir la boca y entrelazar nuestras lenguas, como al agarrar mis manos y colocarlas ambas en su turgente trasero. Todavia tenia el cuerpo entero humedo.
Tuve una ereccion inmediata, mi pene debio clavarse en su entrepierna de la misma manera que yo notaba sus duros pezones contra mi torso. Estaba aprendiendo a besar por momentos, a animarme a recorrer todo su cuerpo con mis manos. Aunque lo deseaba, nunca imagine que pudiera ocurrir algo asi, pero no pensaba desaprovechar la oportunidad.
Despues de un buen rato besandonos, mi tia Carolina se dio media vuelta y coloco sus nalgas contra mi abultado paquete. Yo no perdi el tiempo y le agarre sus tetazas con ambas manos, al mismo tiempo que me inclinaba para besarle el cuello. Ella no paraba de mover el culo, haciendo que mi polla se pusiera tan dura que sentia que iba a reventar.
Deseaba empujarla contra mi cama y follarmela, pero no me atrevia a dar ningun paso. Finalmente fue ella la que volvio a girarse y comenzo a quitarme la ropa muy lentamente. Cubria con besos cada parte de mi cuerpo que dejaba al descubierto, dedicandome miradas de lo mas lascivas. Una vez que me bajo los pantalones, sostuvo mi verga entre sus manos y lamio la punta.
- Por fin estoy con un hombre que me sabe valorar.
- ¿Que va a pasar ahora?
- Que voy a hacer desaparecer tu virginidad.
Continuara...