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23 Jun 2024 Views 560 Me quede en frente de mi cunado totalmente desnuda
De dejarme ver desnuda "accidentalmente" a banarme y tocarme mi cosita mientras que mi cunado me espiaba hasta quedarme totalmente desnuda delante de mi cunado. Debo confesar que siempre me excito que me vieran desnuda, y tengo la dicha de que en mi casa es posible que me puedan ver desnuda porque comparto mis ventanas con la huerta de mis padres y alli viven mi hermana y mi cunado, asi que en muchas ocasiones cuando mi cunado estaba alli o algun amigo de el (el repara moto alli) aprovechaba en pasearme desnuda esperando que me vean desnuda. Algunas veces ni cuenta se daban, y en muchas otras ocasiones si, en ocasiones tenia que esconderme porque mi papa, mi mama o hermana aparecian. En muchas ocasiones solo se quedaba mi cunado , alli era cuando aprovechaba todo lo posible para que me vea desnuda, pasaba y pasaba, hacia caer la tapa de la olla para llamar su atencion, hasta que me empezaba a mirar, iba y venia, en una ocasion agarre una mesa y lo puse como excusa para cambiar un foco, me subi en la mesa, deje expuesta mi cosita a la altura de la ventana para que lo vea claramente, aproposito me demoraba, podia notar que se acerca a verme, asi que habria mis piernas y las cerraba, hacia que me rascaba (debo comentar que mi vagina siempre la tengo bien depilada, todo el tiempo me quito los pelitos). Una noche que mis papas estaban de viaje, mi hermana y mi cunada se quedaron solos. Me fui donde ellos con la excusa de ir a ver TV con ellos. Como se que mi hermana es de dormir temprano, y lo hizo tal cual lo pense. Le dije a ella «termina la peli y me voy a mi casa», pero no me dijo nada y se fue simplemente a dormir. Despues de un rato esperando que se quede profundamente dormida, para ir por la toalla, me fui a la huerta y me empece a desnudar, y logro ver de reojo que el me miraba por una rendija. Me quede completamente desnuda, pero dandole la espalda por un largo rato. luego me di la vuelva y me empece a echar agua a mi cuerpo, lo hacia despacio por todo mi cuerpo, mientras que me echaba el agua, me iba tocando mis senos y mi vagina, lo hacia con suavidad, me lavaba la vagina con una delicadeza. Le vuelvo a dar la espalda y me pongo de cuclillas abriendo las piernas, me empece a echar el agua por mi espalda y me empece a lava mi ano, lo sobaba con delicadeza (ese momento pense en meterme el dedo, pero al final no lo hice porque me parecio demasiado) luego gire y estando directamente hacia el, me hecho agua en mi vagina y me empiezo a sobar y sobar y hasta me meti los dedos (eso si que me gusto, fue una de las mejores sensaciones que tuve), despues de un largo rato me pare y me empece a secar (ese momento mientras me secaba pense «y si atravieso la sala totalmente desnuda y que me mire», que podia pasar?,) me llene de valor y agarre mi ropa, puse la toalla en mi cuello y abri la puerta. El se fue a sentarse a la sala, pero paso lo que jamas se imaginaba. Abri la puerta y lo primero que vio fue a mi, desnuda. El se quedo pasmado sin decir ni hacer nada, totalmente inmovil. Empece a avanzar muy lentamente mirando para otro lado. Me acerque a la TV para agarrar mi llave, agarre mi llave, luego me quede parada al frente de el muy cerca e hice la que estaba tratando de recordar algo. Luego entre al cuarto de ella y ella obviamente dormia profundamente, desnuda en su frente sin que se de cuenta. Me vesti y sali directo para mi cuarto. luego de eso lo volvi a hacer tres veces mas, pero lo que hacia mas seguido era ponerme en el espejo a depilarme, despues se fueron a vivir a otro lado, supongo que habra sido una tragedia para el, pero no podia decir nada, solo le quedaba quedarse callado.
30 Dec 2023 Views 207 Mi hermanastra se muda a casa
Amor filial, sexo oral, voyeur. Jaime vive con su padre y su madrastra, pero un dia Carol, su hermanastra, vuelve a casa desde Argentina para preparar el acceso a la universidad y para incendiar su vida... “Con lo tranquilo que yo estaba…” Capitulo 1 Jaime se encontraba recostado sobre su cama, el zumbido del aire acondicionado se mezclaba con el sonido de los videos que veia en su telefono inteligente, hacia poco, habian sacado un videojuego que le encantaba, pero que todavia no podia permitirse, asi que, ahi estaba, viendo como otros jugaban. Aquella tarde de fin de verano era calurosa, quedaba muy poco para el inicio del instituto de nuevo y lo cierto es que Jaime tenia muy pocas ganas de que empezase. Ademas, su hermanastra, Carol, iba a vivir con ellos aquel curso. Sus padres se habian casado hace tres anos, y hasta este verano, Carol habia estado viviendo con su padre en Argentina. Pero ahora tocaba preparar el expediente academico para ingresar en la universidad, asi que, asi estaban las cosas. Sin embargo, la idea de compartir su hogar y su rutina diaria con ella lo ponia nervioso. Siendo hijo unico, siempre habia valorado su espacio personal y sus momentos de soledad. No sabia si estaba preparado. Jaime y Carol se habian visto una vez en realidad, al vivir tan lejos, nada mas habian coincidido en una comida familiar que habian realizado en Navidad hace muchos anos. Lo cierto es que le habia parecido una chica muy atractiva y de lo mas inteligente. Y eso, eso le hacia sentir un poco inseguro, porque en realidad, sentia una especie de deseo carnal por su hermanastra que lo incomodaba. Jaime era, por decirlo de alguna manera, un chico sencillo. Le gustaban los videojuegos, disfrutaba leer en sus ratos libres y era aficionado a la informatica. De hecho, ya habia realizado sus primeros intentos programando algunas paginas web. Sin embargo, con las chicas era una historia diferente: se ponia nervioso y, en general, no lograba conectar con ellas. Pero aquel verano, no obstante, habia conocido a una chica en las fiestas de su pueblo y habia perdido la virginidad con ella, de lo cual Jaime culpaba a la desinhibicion por el alcohol que habia bebido. De pronto, un mensaje le saco de sus pensamientos. —Va a llegar Carol, recibela cuando puedas.— Ponia el WhatsApp de su padre.— Llegare de trabajar tarde, asi que ensenale la casa y que se sienta comoda. —Ok! Vale— Respondio Jaime sin mucho entusiasmo. Jaime bajo las escaleras y se dirigio hacia la cocina, donde preparo una jarra de limonada bien fria para recibir a Carol. Se sento en la mesa y empezo a jugar con su telefono, mientras esperaba que llegara su hermanastra. Pero, para su sorpresa, alguien llamo al timbre de la puerta. Jaime fue a abrir y se encontro con una chica practicamente desconocida, con una maleta en la mano y una gran sonrisa en el rostro. —Hola, soy Carol— dijo la chica con una voz dulce y un leve acento argentino. Jaime se quedo boquiabierto, no habia reconocido a su hermanastra, la chica era aun mas guapa de lo que recordaba de Navidad. Era alta y delgada, con una larga cabellera castana y unos ojos color miel que lo miraban con curiosidad. —¿Jaime, verdad?— pregunto Carol tendiendole la mano. Jaime reacciono y estrecho la mano de su hermanastra, bajando la mirada para no sentirse tan incomodo con su presencia. —Si, soy yo. Pasa, por favor— respondio sonriendo ligeramente. Carol entro en la casa y Jaime la siguio hasta la cocina, donde le sirvio un vaso de limonada. —Muchas gracias— agradecio Carol con una sonrisa sincera. —¿Que te parece la casa?— pregunto Jaime intentando iniciar una conversacion. —Es muy bonita, me gusta la decoracion. Y gracias por la limonada, es muy refrescante. Pero, ¿donde estan todos?— pregunto Carol mirando a su alrededor. —Papa esta trabajando, llegara tarde. Asi que, me toca hacerte de anfitrion. ¿Quieres que te ensene la casa? Carol asintio y los dos salieron de la cocina. Jaime le mostro todas las habitaciones, el jardin y la zona de estudio que compartian. Mientras caminaban por la casa, Jaime no podia dejar de notar que Carol era diferente a todas las chicas que habia conocido antes. Era inteligente, divertida y habia viajado por diferentes paises, lo que la hacia interesante a sus ojos. Pero el no podia dejar de mirarla y sentir esa incomoda atraccion hacia Carol. Cada vez que la miraba, sentia un cosquilleo en el estomago y se ponia mas y mas nervioso. Aquella chica era preciosa, llevaba un top blanco que dejaba al descubierto su abdomen totalmente plano y una falda que bailaba sobre su culo perfectamente puesto. Jaime tenia miedo de que le pillase mirandola. Ella, por su parte, parecia completamente ajena a los conflictos internos de Jaime. Estaba fascinada por la casa, haciendole preguntas sobre cada detalle de la decoracion y contandole anecdotas de los lugares que habia visitado. Despues de un rato, los dos se sentaron a charlar en el salon. Carol le conto sobre su vida en Argentina, las costumbres que alli tenia, su amor por la musica y su deseo de terminar su carrera de medicina en Espana. Jaime se encontraba cada vez mas cautivado por ella, estaba claro que eran dos personas completamente diferentes, pero tambien sintio que encajaban bien juntos. En un momento, Carol bajo la vista hacia su telefono y vio el mensaje de su padrastro. —Parece que papa va a demorar un rato en llegar —comento, levantando la vista hacia Jaime—. ¿Como lo llevas con tener una hermanastra? No ha de ser facil. Jaime se rio con ironia. —No, no lo es. Es especialmente complicado cuando esa hermanastra es tan… —no pudo encontrar la palabra correcta. Especial, impresionante, atractiva, ¿que podria decir sin liarla?—. Diferente —acabo diciendo. Carol sonrio con el cumplido. —Espero poder hacerlo mas facil con el tiempo —dijo—. Tengo ganas de llegar a conocerte mas, Jaime. Creo que podriamos llevarnos muy bien. Se rieron un rato juntos, hasta que Carol se dispuso a preparar su cuarto, Jaime, a su vez, se dirigio al suyo y encendio el video que estaba visualizando antes, aunque no le presto atencion, su mente estaba en la sonrisa y el cuerpo de su hermanastra. Unas semanas despues, Jaime habia quedado con unos amigos, pero se habia hecho tarde. Habian estado jugando al baloncesto en unas canchas cercanas y, posteriormente, compartieron unas cervezas entre risas y bromas. Estaba cansado, por lo que decidio irse a casa para jugar un rato al ordenador y luego ir a la cama. Al llegar a su casa, Jaime fue recibido por un penetrante silencio. Los pasillos estaban vacios y no habia ninguna lampara encendida ni ruidos familiares. Dedujo que sus padres debian de haber salido a cenar. Sin perder tiempo, subio a su habitacion en el segundo piso con la intencion de encender el ordenador. No obstante, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta de su habitacion, escucho algo que lo hizo detenerse. El sonido procedia del cuarto contiguo, el de Carol. Los ruidos la delataban; Carol estaba explorando su placer con un satisfyer, y no parecia saber que Jaime habia llegado a casa. Jaime se quedo paralizado, escuchandola. Inseguro, se aproximo con cautela a la pared que dividia sus habitaciones. Lentamente, acerco su oreja a la superficie fria para escucharla mejor. Los gemidos de Carol resonaban por todo el espacio, bajos y temblorosos, pero innegablemente eroticos mientras se entremezclaban con el zumbido de su juguete sexual. Cada sonido que Carol emitia empezo a atraerlo de maneras que no podia comprender. La linea entre lo prohibido y lo aceptable se habia volatizado y su miembro empezo a endurecerse. Jaime cerro los ojos y respiro profundamente, apenas podia escuchar su respiracion debido al ritmo de su corazon, intentaba controlar sus emociones revueltas. Pero, cada vez que lo hacia, el ardiente gemido de Carol volvia a resonar en sus oidos. Sabia que debia alejarse, sabia que estaba adentrandose en terreno peligroso, pero algo dentro de el lo mantenia pegado a la pared, hipnotizado por los gemidos de su hermanastra. En ese momento, el zumbido aumento, senal inequivoca de que habia aumentado la intensidad del juguete. Jaime tomo una dificil decision y, tragando saliva, se acerco a la puerta del cuarto de Carol. La puerta estaba entreabierta y, a traves de la rendija, pudo ver a Carol. Como si le hubiera golpeado una poderosa ola, se sorprendio por el deseo que la vision de Carol le provocaba. Su hermanastra acostada en su cama con los ojos cerrados y su rostro reflejando perfectamente los gemidos que habia estado oyendo. Carol estaba inmersa en su mundo de satisfaccion, abandonada a su propio deseo, agarraba con una mano uno de sus pechos mientras con la otra, manejaba su satisfyer, y lo presionaba contra su clitoris mientras se retorcia y gemia cada vez mas fuerte, provocada por las olas de placer que el juguete le proporcionaba. Jaime se retiro lentamente, sintiendose como un voyeur y regreso a su habitacion. Cerro su puerta suavemente y se acosto en la cama, la cara ardiente, la polla durisima y el corazon latiendo con fuerza en su pecho. Tenia la imagen grabada en la mente del cuerpo de Carol, desnudo, vulnerable, erotico… Aun escuchaba los gemidos de su hermanastra a traves de la pared compartida. Inspirado por los sonidos y la vision todavia impresa en su cabeza, Jaime comenzo a masturbarse al ritmo de Carol. Movia su mano al ritmo que le marcaban los gemidos, muy despacio, recreandose en cada matiz, imaginando como la penetraba ese mismo ritmo, como era el quien le arrancaba aquellos suspiros. —Mmmm, que rico—suspiro ella—. A Jaime se le paro el corazon y pego mas aun su oido a la pared, evocando en su mente las imagenes de la figura de Carol, retorcida, saltando entre intensidades de placer y relax, el sonido de su fluido mojando su juguetitos. Carol se lo estaba tomando en serio, penso Jaime, quien a duras penas consiguio controlar su excitacion. Estaba a punto de alcanzar su climax. Agarro algo de papel higienico y, procurando limitar el ruido, se dejo llevar por el orgasmo. Al poco, escucho como su hermanastra se dirigia al bano y aprovecho, se levanto poco a poco y fue al salon, no queria dejar ninguna sospecha de que la hubiese escuchado. Cuando llego a la escalera, miro atras y miro hacia la puerta del bano pensando en ella. Y de repente, la puerta se abrio. Cruzandose las miradas de ambos por un momento. Durante ese fugaz instante, una corriente electrica parecio atravesar el aire entre ellos. Luego, la puerta del bano se cerro con un golpe suave, rompiendo el silencio y la tension acumulada. Jaime se quedo un momento con el corazon galopante, su mente aun llena de la imagen de Carol. Sin poder evitarlo, paseo su mirada por la puerta del bano una vez mas antes de continuar su camino hacia el salon. Comenzo a recoger algunas revistas y periodicos dispersos en el sofa, intentando mantener su mente ocupada en tareas mundanas. A pesar de su esfuerzo, los sonidos del bano se hacian presentes en su mente. El correr del agua de la ducha competia con los latidos de su corazon. Se sento en el sofa y tomo la television remota para intentar distraerse, pero la pantalla parecia no tener nada interesante. En medio de todos estos pensamientos, escucho a Carol salir del bano. La puerta se abrio y cerro delicadamente. Jaime podia oler el aroma a jabon y champu que se filtraba desde la puerta del bano y bajaba las escaleras. Sin levantarse del sofa, volvio su mirada hacia donde habia aparecido Carol. Esta estaba vestida con una bata de bano y su cabello mojado caia sobre sus hombros. —Jaime, ¿has visto mi telefono?—, pregunto Carol, mientras peinaba su cabello castano con los dedos. —Tal vez esta en tu habitacion—, respondio Jaime intentando mantener la cordialidad, aunque su voz sono mas ronca de lo que hubiese deseado. El no sabia donde estaba el telefono, pues no lo habia visto en su habitacion cuando la espiaba, pero aquella situacion le incomodaba. —Gracias—, dijo Carol con un toque de sarcasmo.—Oye, una pregunta, ¿cuando has llegado?— Jaime parpadeo, tratando de mantener la calma y la tranquilidad. —Hace unos minutos—respondio, haciendose el desentendido—. Estaba con unos amigos y se me ha hecho tarde. Carol asintio, sin mostrar nada fuera de lo normal. Jaime se sintio aliviado. Camino hasta la cocina y tomo un vaso de agua para tratar de calmar su nerviosismo. Sin embargo, a medida que los minutos pasaban, la tension entre ellos crecia cada vez mas. La corta distancia que separaba la sala de la cocina parecia ahora un abismo. La presencia de Carol parecia inundar cada rincon de la casa, haciendo que Jaime se sintiera incomodo y excitado a la vez. Cuando Carol finalmente subio nuevamente a su habitacion, Jaime se dejo caer en el sofa y exhalo con fuerza. La adrenalina fluia por sus venas y podia todavia sentir el palpitar latente en su entrepierna. Miro su mano y vio como temblaba ligeramente. Sabia que lo que estaba sucediendo estaba mal, que no deberia sentir esa atraccion hacia su hermanastra. Pero a la vez, lo que habia presenciado en su habitacion, los sonidos que habia escuchado, la imagen de Carol… todo eso echaba gasolina a su fuego interior. Jaime decidio que esa noche debia aclarar su mente. Iba a salir a correr, desahogar su energia, alejar de su mente la imagen de Carol. Pero justo cuando estaba dispuesto a comenzar a cambiarse de ropa, escucho un golpe suave en su puerta. Miro para alla, preguntandose quien podria ser. No tuvo que esperar mucho para recibir la respuesta. —Jaime, ¿puedo entrar?—dijo la voz de Carol al otro lado, haciendo que todo su cuerpo se tensara de inmediato. Por un momento, Jaime quedo estatico, con el sonido de su propio corazon colmando sus oidos. Se aclaro la garganta y respondio con un breve: —Claro, entra. La puerta se abrio lentamente y Carol se asomo. Todavia llevaba la bata de bano, y sus cabellos estaban ahora secos, enmarcando galantemente su rostro en un aire de serenidad. —Perdon por molestarte—dijo Carol, esbozando una sonrisa nerviosa—. Creo que mi telefono se cayo aqui mientras buscaba una camiseta tuya que me prestaste. Jaime, ocultando su nerviosismo, la observo mientras ella escudrinaba la habitacion. Su mirada recorrio todo el lugar, pero se veia que no encontraba lo que buscaba. —Lo siento, Carol—dijo Jaime—. No lo he visto. Carol suspiro dirigiendole una mirada agradecida. Luego, parecio percibir algo y camino hacia el ropero del cual Jaime, minutos antes, habia sacado su ropa deportiva. —Alla— afirmo, senalando una esquina del suelo justo debajo del ropero. Y, efectivamente, ahi estaba su telefono. Habia caido al suelo, al parecer, cuando Jaime habia sacado su ropa. Carol se agacho para tomar su telefono y, al agacharse, la bata de bano se abrio levemente, revelando una vision que hizo que a Jaime se le cortara de nuevo la respiracion, sus pechos perfectos. Su corazon comenzo a latir a un ritmo mas acelerado y solo pudo mirar como Carol se ponia en pie nuevamente con el telefono en su mano. —Gracias—afirmo ella, sonriendo—. Buenas noches. Y con esas palabras, Carol salio de la habitacion, dejando a Jaime solo con su caos y su deseo. El se recosto en su cama, las imagenes de Carol llenandole la mente a pesar de sus esfuerzos por evitarlo. —Joder —susurro el para si mismo. Aquella noche no salio a correr. Capitulo 2 Esa manana, Carol le lanzo una mirada interrogante en la cocina, algo en sus ojos le decia a Jaime que su hermanastra era plenamente consciente del caos que habitaba en su mente. Carol siempre ha sido perceptiva a los sentimientos de los demas. —¿Jaime, todo bien? —pregunto, pasandole la mantequilla. —Si, solo una mala noche —respondio Jaime con un encogimiento de hombros. Se concentro en untar la mantequilla en su tostada, evitando el contacto visual. Carol solto una risita suave, su voz flotaba con un atisbo de burla. —¿Demasiado ruido del barrio?—, pregunto ella, mientras tomaba un sorbo de su cafe. Jaime se quedo helado, pensando que ella estaba haciendo referencia a los ruidos que habia escuchado la noche anterior. El busco en sus ojos cualquier indicio de que ella sospechara algo, pero no encontro nada mas que la diversion inocente. —Algo asi—, se limito a responder Jaime, aparentando indiferencia. Sin embargo, por dentro, su estomago se retorcia de ansiedad. —Adios —respondio Jaime automaticamente, todavia ausente en sus pensamientos. Miro a Carol alejarse, sin poder evitar fijarse en su figura, y cuando escucho el ruido de la puerta principal al cerrarse, dejo escapar un suspiro, confundido por sus sentimientos. Jaime sabia que no podia seguir asi. Necesitaba una distraccion, algo que le permitiera despejar su mente y darle un descanso a su corazon acelerado. Decidio levantarse temprano al siguiente amanecer para salir a correr, en la esperanza de poder aclarar sus pensamientos. Al dia siguiente, Jaime, despues de terminar toda su tarea, al caer la tarde y, tal como habia planeado, se calzo las zapatillas y salio a correr. Corrio durante mas de una hora, a traves del bosque cercano a su casa, en un intento por alejarse de todo. A pesar de que estaba fisicamente agotado, mentalmente se sentia aliviado de poder alejarse, aunque fuera por un momento, de su escandaloso deseo por Carol. Jaime llego de nuevo a casa, agotado pero satisfecho, y se dirigio a la ducha, esperando que el agua caliente le limpiara el cuerpo y le despejara la cabeza. Pero cuando abrio la puerta del cuarto de bano… Carol ya estaba alli, su cuerpo desnudo cubierto solamente por la cortina de la ducha. Jaime paro en seco, sus ojos recorrieron el cuerpo de Carol, atonito. —Carol... —murmuro, tratando de sonar sorprendido y no excitado. Estaba respirando con dificultad, su corazon latia con fuerza en su pecho. Carol se giro sorprendida hacia el, sus ojos se encontraron y por un segundo, tanto Jaime como ella se quedaron inmoviles, con la mirada fija en el otro. —Lo siento,— balbuceo Jaime rapidamente, intentando retirarse del bano… Pero justo cuando estaba a punto de salir, la voz de Carol le detuvo. —No te vayas—dijo, y fue en ese momento que Jaime noto como su voz vacilaba un poco—. Solo dejame un momento para ponerme algo, ¿de acuerdo? Jaime respiro profundamente y asintio, saliendo del bano. Se apoyo en la pared del pasillo y paso una mano por su rostro, intentando calmar el latido desenfrenado de su corazon. Carol aparecio en la puerta del salon un par de minutos despues. Traia puesta una toalla azul que le llegaba desde el pecho hasta los muslos. Tomo asiento en el sofa, dejando un espacio entre ellos, y sonrio. Sin embargo, su semblante cambio poco despues. Estaba algo nerviosa, pero debia tratar el tema. —Te vi espiandome en mi cuarto el otro dia —dijo ella. —Lo que hiciste no esta bien —continuo Carol. Jaime bajo la mirada, avergonzado y en silencio. —Lo se —contesto el. —Pero tambien admito que quizas haya… jugado un poco contigo al respecto y podria haber creado algunas expectativas —anadio Carol, cuyo tono de voz se quebraba al final. Jaime la miro sorprendido. Ella parecia estar luchando por encontrar las palabras correctas, cosa rara porque Carol solia ser muy elocuente. —¿Expectativas de mas? —pregunto Jaime, confundido. —Bueno, digamos que me he dado cuenta de que a veces soy un poco coqueta contigo —dijo Carol, sus mejillas comenzaron a enrojecer—. Jaime se quedo mirandola, sin palabras. No podia creer lo que estaba oyendo. No solo ella sabia que la espio, sino que tambien estaba reconociendo que le habia hecho ciertos coqueteos. Jaime, de pronto, tomo una determinacion, la deseaba, y todo lo demas daba igual. Jaime trago saliva, sorprendido por la confesion de Carol. El corazon le latia a mil por hora y un calor inmenso lo inundaba por dentro. —Y… ¿He tenido efecto en ti? —pregunto Carol, casi en un susurro. Jaime se quedo en silencio por unos segundos antes de responder. —Si —murmuro Jaime, asintiendo. Carol mostro una ligera sonrisa, tanto aliviada como preocupada. —Yo… no queria complicar las cosas tampoco —admitio Carol, mirando hacia la ventana de la sala, como si tratara de encontrar las palabras justas en alguna parte—, pero parece que ya es demasiado tarde para eso. El corazon de Jaime se detuvo por un segundo mientras las expectativas se formaban en su mente. —¿Que sugieres? —pregunto Jaime, intentando mantener la compostura, pero su voz temblaba. Carol retiro uno de los pliegos de la toalla y la retiro, quedandose completamente desnuda. —¿Esto tiene efecto en ti, Jaime?— pregunto, con una sonrisa traviesa jugando en su boca. Jaime trago saliva, su vista recorriendo la belleza natural de Carol, ahora completamente expuesta para el —mas aun de lo que sus fantasias se habian atrevido a imaginar—. —Si —respondio, sus palabras apenas un susurro. Carol rio levemente, un sonido de alivio mientras que se acercaba a Jaime. Su rosto ya estaba tan cerca que podia sentir su aliento, y antes de que Jaime pudiera decir algo, Carol se inclino mas, cerrando la brecha entre ellos con un dulce beso. Inmediatamente despues, coloco su mano sobre su entrepierna, palpando su miembro y sintiendo su dureza. —Sigo teniendo efecto en ti —Murmuro contra sus labios, con una risa traviesa. Jaime gruno en respuesta, la sorpresa ya desaparecida y reemplazada por el deseo puro. —¿Alguna vez te la han chupado Jaime?—Pregunto Carol. Estas palabras fueron suficientes para colorear su rostro de un rojo intenso. —No... nunca —respondio, bajando la vista. Sin duda solo habia estado en aquella fiesta de pueblo con aquella chica y no habia ocurrido aquello. Carol sonrio nuevamente, parecia encantada con su respuesta. Sin perder tiempo, desabrocho sus pantalones y se dispuso a brindarle a Jaime la mejor mamada que podria desear. Asi fue, Carol se arrodillo frente a el, se recogio el pelo en una coleta y empezo a jugar con su miembro. Jaime solo podia mirarla con los ojos bien abiertos, al principio sorprendido, luego relajandose, disfrutando de cada segundo. —Carol…— logro balbucear. Ella levanto la mirada, sus ojos brillantes al encontrar los suyos. Eso solo le excito mas. Ella no dijo mas palabras, Carol siguio lamiendo su duro miembro, sin dejarse ninguna parte y con la atencion dedicada al maximo en la tarea que tenia por delante. Carol sabia lo que hacia. Sentia como su lengua paseaba por la punta, como le mimaba y como le daba cosquillas mientras con sus labios ajustaba bien al tallo de su pene, moviendose arriba y abajo. Las repetidas caricias intimas de Carol estaban nublando su juicio, el extasis embargaba su ser y poco a poco Jaime se perdia cada vez mas. Era un placer que nunca habia experimentado y a cada segundo le atraia mas. Podia ver los esfuerzos que Carol estaba haciendo, con sus ojos clavados en los suyos, lamiendo y chupando con tal fervor que no habia espacio para dudas. Era su hermanastra pero por un rato, en las rafagas de placer que llegaban una y otra vez, apenas podia recordar quienes eran. Todo lo que importaba era lo que estaba pasando entre ellos en ese momento. En ese momento, un ruido llego desde la puerta del recibidor, estaban metiendo las llaves en la cerradura. Sus padres. El mundo se detuvo por un instante. Carol retiro rapidamente su boca de su miembro y se puso de pie, apurada. Jaime se abrocho los pantalones como pudo y se volvio para mirar a la puerta de entrada. Carol salio corriendo escalera arriba, completamente desnuda. Jaime se quedo en el sofa, la puerta se abrio para revelar a sus padres. Jaime sintio como su corazon se le subia a la garganta. Su madrastra estaba hablando sobre algo en la reunion de la junta escolar cuando se detuvo a medio camino, sus ojos pasando por la sala antes de posarse en Jaime. Su padre, con una mirada confusa al verle tan azorado y nervioso, se quito el abrigo y la bufanda que llevaba. La idea de explicar, de armar una historia creible en medio de tamano panico, le parecia exasperante. Pero antes de que pudiera pensar en algo, su padre rompio el silencio. —Hijo, ¿que sucede? —pregunto, su tono de voz quedo en incertidumbre. Jaime trago saliva, intentando pensar en alguna excusa, pero su mente seguia en blanco. —Yo… —titubeo Jaime, mirando a su madre y luego a su padre, buscando la comprension en sus ojos—, yo estaba… — Lo interrumpio una risa proveniente del pasillo. Carol llevaba puesta su sudadera y sus pantalones, el pelo suelto y un brillo de diversion en los ojos que solo Jaime podia entender. —Aww, estaba ayudandome con un proyecto para la escuela cuando se me ha caido un zumo en la camiseta, y el tonto de Jaime se ha puesto nervioso por ser torpe—termino Carol, sonriendo tranquilamente hacia sus padres. El alivio y la gratitud que sintio Jaime en ese instante eran imposibles de describir. Se dejo caer nuevamente en el sofa, intentando calmar el latido frenetico de su corazon. —Eso es todo —agrego Carol, apoyandose en la pared del pasillo, cruzando los brazos sobre su pecho—. ¿Habeis cenado? Jaime se quedo mudo mientras su madrastra pasaba junto a el, sonando aliviada. Su padre, por otro lado, le dio a Carol una mirada de sospecha antes de seguir a su esposa hacia la cocina. —¿Un proyecto de la escuela en un sabado noche? —Se le escucho murmurar mientras se alejaba. Una vez desaparecieron de la vista, Carol se volvio hacia Jaime, quien se encontraba mordiendo con fuerza el cojin que tenia a mano, evidentemente en shock. —Siento haber interrumpido —dijo, sus labios formando unas lineas traviesas—. Pero ya sabes, el deber nos llama. Jaime, todavia intentando procesar todo lo que habia sucedido, asintio sin decir palabra. —La proxima vez, asegurate de que no es un dia en que nuestros padres vuelven temprano a casa —bromeo Carol, dirigiendose a su habitacion.—¿Me acompanas para terminar el proyecto? Dejo a Jaime solo en la sala, con el eco de sus palabras y la euforia del placer todavia resonando en su ser. La noche habia tomado un giro inesperado, desde luego. Jaime se quedo en el sofa, mirando la puerta por la que habia desaparecido Carol. Solo despues de que el silencio de la sala se instalara por completo y el eco de las risas en la cocina parecio menos amenazante, Jaime se levanto con torpeza, ajusto sus pantalones y siguio a Carol escaleras arriba. Entro en la habitacion de su hermana, sintiendose como un intruso. Carol estaba sentada en la cama, con un libro abierto en frente, vestida de nuevo en sus ropas normales como si nada hubiera ocurrido. Jaime cerro la puerta detras de el y avanzo hacia la cama, sentandose junto a ella. —¿Y bien?— pregunto Carol en voz baja, sin levantar la vista del libro— ¿Vamos a terminar ese trabajo de la escuela? Jaime se quedo mudo por un momento, tratando de procesar la repentina transformacion de Carol. ¿Como podia actuar como si nada hubiera pasado? —Si, claro —respondio al fin. Trato de concentrarse en el libro que Carol tenia abierto en las piernas, un texto sobre psicologia adolescente. Observo como su hermanastra robaba esporadicas ojeadas hacia el, como si quisiera garantizar que ya se encontraba en la misma pagina que ella. Continuaron estudiando juntos, o al menos, trataban de hacerlo. La tension sexual entre ellos aun se sentia palpable, pero ninguno de los dos se atrevia a romper el silencio con respecto a lo que habia ocurrido antes, hasta que Carol le puso su mano en la entrepierna de nuevo. Jaime dio un respingo, la miro sorprendido. Carol, sin contarse, continuo leyendo el libro que se encontraba en su regazo. Sus dedos se metieron lentamente debajo de su entrepierna a traves del material de la tela de sus pantalones. Jaime sintio una corriente de excitacion ante su tacto, deseaba que volviera a hacerlo, queria mas. —Carol... —sus palabras se perdieron ante la sensacion, perdido en su deseo y el placer que provocaba Carol en el. Ella se limito a seguir leyendo en voz alta, actuando como si no estuviera haciendo nada fuera de lo comun, pero su sonrisa traviesa decia lo contrario. Jaime trataba de concentrarse en las palabras que Carol leia, pero todo lo que pudo hacer fue rendirse al placer que ella le proporcionaba con sus dedos que acariciaban lentamente su miembro de arriba a abajo. —Simplemente, disfruta—murmuro Carol, inclinandose para susurrar en su oido. Y vaya si lo disfruto. Jaime no la paro, dejandose llevar por la ola de placer que Carol le proporcionaba mientras leia en voz alta un libro de psicologia adolescente. Al final, mientras la noche parecia mas tranquila, con sus padres ocupados en la sala de estar, Jaime decidio que queria mas de lo que Carol estaba dispuesta a ofrecerle. Despues de todo, le gustaban los proyectos de la escuela... y las mamadas de su hermanastra. El final del libro se acerco tras un rato mas de estudio, una experiencia sumamente extrana para Jaime considerando las circunstancias. Fue entonces, cuando Carol le paso el libro y alzo la vista, finalmente libre de la distraccion, sus ojos se encontraron con los suyos, brillantes y cargados de promesa. —Sigue tu leyendo y me toca la parte practica, tenemos que acabar el proyecto de la escuela— murmuro Carol, bajandole de nuevo los pantalones hasta los tobillos. Trago con fuerza, casi incapaz de mantenerse en a raya. Siguio leyendo, tratando de concentrarse en cada palabra, en cada frase. Pero era inutil. Sentir la cabeza de Carol bajando otra vez, sintio sus labios de nuevo en torno a su polla, desatando una nueva ola de placer a lo largo de su cuerpo, era demasiado para soportarlo sin soltar algun gemido de satisfaccion. Con cada estrofa que leia, su voz se arremolinaba en su pecho, ahogandose en el extasis que le proporcionaba Carol. El libro cayo de sus manos y con ellos la ilusion de que estaban alli por deberes escolares. Sus manos se aferraron a las sabanas, sus nudillos se tornaban blancos de la tension mientras recorria su cuerpo, un placer sobrecogedor. De repente, Jaime sintio una abrumadora oleada de calor que surgio de su ingle y se extendio a lo largo de su cuerpo. Se derramo en la boca de Carol, que trago todo, saboreando su sabor. El silencio de la noche se volvio mas palpable despues de eso. Carol subio a acurrucarse junto a el, su cuerpo junto al suyo en la cama. Se enredo en su abrazo, su cabeza descanso en su pecho y sus piernas se entrelazaron con las suyas. —Eso fue… intenso —dijo Jaime. —Esto solo es el principio —respondio Carol, besando su pecho.
26 Dec 2023 Views 128 Mi hermana dormida
Pase una estupenda noche, aprovechandome de mi hermana. Mi hermana es 9 anos mayor que yo y desde siempre he tenido obsesion por ella. Desde muy nino, cuando la vi por primera vez desnuda, me obsesione con su culo, y abusaba de ella mientras dormia. Cuando se caso, pense que todo acabaria, pero como ya he contado en otros relatos, he tenido otras oportunidades. Mi cunado es guarda de seguridad, y una noche que le tocaba trabajar, mi hermana me llamo por si queria acompanarla a ver la procesion de una virgen que salia en un barrio cercano. Fui a recogerla en mi coche, y nos acercamos a la iglesia. La procesion salia con una hora de retraso, por lo que nos fuimos a un bar cercano a tomar unas cervezas. Cuando llego el momento, nos acercamos a la iglesia, la cual estaba ya llena de gente. Entre empujones, me puse detras de mi hermana, pues habia varios tios que se querian poner detras de ella. La agarraba por la cintura, y con el roce de su culo, mi pene se puso duro. Como el camino que seguia la procesion, era el mismo hacia donde tenia mi coche aparcado, fuimos detras de la virgen, evitando que se colocasen entre nosotros lo demas hombres, incluso me encare con un viejo, que casi lo consigue. Yo seguia agarrandola por la cintura, pegado a ella y con mi pene entre las cachas de su culo. Cuando llegamos a una esquina, nos salimos de la procesion y nos dirigimos hasta el coche, que estaba cerca. Una vez en el coche, camino de su casa, me disculpe por haberme apretado tanto a ella, pero no queria que lo demas se metieran detras de ella. Me dijo que lo entendia, y que no pasaba nada. Llegamos a su casa, y como era tarde me dijo que me quedara a dormir, pues no queria que condujera de noche. Le dije que si, sin que se notara demasiado que ya lo tenia pensado, pues deseaba tener una nueva ocasion de desnudarla cuando estuviese dormida. Era verano y hacia calor, por lo que le pedi a mi hermana que me diera las calzonas que siempre tengo en su casa, para cuando me quedo n su casa. Fue a su dormitorio, y al cabo de unos minutos salio con las calzonas. Mi polla se puso dura al verla cuando salio de la habitacion. Se habia cambiado de ropa y llevaba una camiseta de tirantas, con un gran escote, que dejaba ver el canalillo de sus pechos, y cuando se agacho pude ver sus pezones coronando esos deliciosos pechos. Tambien llevaba un pantalon corto, muy amplio que cuando se sento frente a mi, se le veia un poco el conito por la pernera, pues no usa ropa interior cuando esta en casa. Me fui al bano a cambiarme, y a hacerme una paja, pues estaba en el pene duro del roce en la procesion y al ver los pechos y el cono de mi hermana. Cuando regrese del bano, mi hermana habia preparado un par de cubatas de ron. Nos los tomamos comentando lo bien que procesionaba la virgen y la de gente que habia, para ser verano. De nuevo volvi a disculparme por pegarme tanto a ella, pero asi evitaba que se pusieran detras de ella. Me dijo que no fuera tonto, que lo entendia y me lo agradecio con un beso en la mejilla. Prepare otro cubata para cada uno, mientras ella abria el sofa cama y lo arreglaba para que durmiese. Yo pense que al no estar mi cunado dormiria en su habitacion, pero conecto el aire acondicionado y se acosto en el sofa al lado del mio. Quedaba un culito en la botella de ron, por lo que nos preparamos el tercer cubata. Cuando nos lo terminamos, nos dimos las buenas noches y nos dispusimos a dormir. Ella se quedo dormida pronto, entre el cansancio y la embriaguez de los cubatas. Yo intente aguantar, para tener la oportunidad de poder desnudarla. La oportunidad llego pronto. Dormia boca arriba y sus pechos se le salian por las tirantas de la camiseta. Como estaba muy cerca de mi, sin levantarme, alargue la mano y empece a acariciarlos, jugando con mis dedos con sus sonrosados pezones, que se pusieron duros al momento. Me incorpore y bajando las tirantas y la camiseta casi al ombligo, deje sus pechos desnudos a la vista y comence a besarlos, jugando con mi lengua en sus pezones, haciendo circulos siguiendo el giro de las aureolas y, metiendome los pezones en la boca, mamar de ellos, intercambiando los pechos, mientras con mi mano le acariciaba el cono por encima del pantaloncito. Entre que tiene el sueno muy profundo, unido a la embriaguez de los cubatas, no reaccionaba, y seguia dormida. Entonces, meti la mano por el elastico del pantaloncito, y comence a acariciar su cono, recorriendo la rajita de sus labios vaginales y jugando con su clitoris, mientras estaba metiendole un dedo. Poco a poco, tire del elastico y le baje el pantaloncito hasta los muslos, y alli estaba mi hermana, boca arriba y desnuda. No pude aguantar y me fui al bano para hacerme una paja y coger unas toallitas. Cuando regrese, mi hermana habia cambiado de postura, estaba de lado, cara al respaldo del sofa y con su culo desnudo totalmente a mi disposicion. Me acerque, y comprobando que estaba dormida por sus ronquidos, comence a acariciar y besar su culo, incluso separe sus nalgas y comence con un beso negro. Me baje las calzonas y el boxe y refregue mi pene por su culo, haciendome una cubana apretando sus nalgas contra mi pene. No me pude contener y solte un chorro de semen que le lleno las nalgas. Las limpie, y como mi pene aun seguia duro, separe las nalgas y apunte directamente a su ojete, penetrandola suavemente. Cuando tenia la mitad de mi pene dentro, espere un poco y comence el mete y saca despacito, sin pausa pero sin prisas, hasta que me corri dentro de su culo. Limpie la leche que le chorreaba del ojete, le di un beso en las nalgas, subi el pantaloncito, y me eche a dormir, aunque no podia solo de pensar que mi hermana estaba tan cerca y a mi disposicion. Me incorpore de nuevo y alargue la mano, para seguir acariciandole el culo por encima del pantaloncito y de vez en cuando metia mi mano por la pernera para jugar con su cono y meterle un dedo. Como habia bebido, fui al servicio. Cuando regrese, mi hermana estaba boca arriba, con sus pechos desnudos, pues no le subi la camiseta, y su conito casi se le veia, pues el pantaloncito solo pude subirlo por la parte del culo, y tenia una pierna fuera del sofa, apoyada en la moqueta del suelo, por lo que tenia las piernas separadas. Como note que seguia roncando, le baje muy despacio el pantaloncito y cuando tuve su cono desnudo a la vista, me baje la ropa y apunte a la entrada de su cono, penetrandola poco a poco hasta que mis huevos chocaron con su piel. Espere unos segundos, sintiendo el calorcito de su interior y comence el mete y saca, bombeando despacio mientras acariciaba y chupaba y mamaba sus pechos. No me preocupaba correrme dentro, pues esta operada. Cuando note que me iba a correr, empuje penetrandola hasta el fondo y soltando toda mi corrida en su cono. Me quede con mi pene dentro, jugando con sus pechos, hasta que salio por si solo ya flaccido. Le limpie el semen que salia de su cono, le subi el pantaloncito, le coloque bien la camiseta, y me eche a dormir. No dormi mucho, un par de horas, mas o menos. Me desperte y mi hermana estaba de lado, pero esta vez de cara hacia mi. Seguia roncando y sus pechos se le veian por las tirantas de la camiseta. Jugue un rato con ellos y me baje la ropa para pasarle mi pene por sus labios, poco a poco con mi mano, tirando de la barbilla, le abri la boca y le meti la punta de mi pene, haciendo que me la mamara. Hasta que senti que me iba a correr, lo saque y cogi una toallita, echando la corrida en ella. Volvi a acostarme y me quede dormido hasta que me desperto mi cunado, que regresaba del trabajo. Nos saludamos y volvi a dormirme hasta bien entrada la manana y al abrir los ojos, alli estaba mi hermana, agachada recogiendo los vasos y la botella de ron y ensenando sus pechos por el escote de la camiseta. Recorde como habia disfrutado de ellos. Me levante y fui al bano a masturbarme. Desayunamos y me despedi hasta poder tener otra ocasion para disfrutar de sus encantos.
27 Feb 2024 Views 198 Los Secretos de mi Vecina Madre e hija compran
Madre e hija compran juguetes juntas y no se pueden resistir Hacia tiempo, mucho tiempo que no salian juntas madre e hija de compras. Por lo que cuando se bajaron del bus para desayunar en una cafeteria les resultaba algo extrano. El centro estaba como siempre, atestado de turistas y gente que iba en su quehacer diario de aqui para alla. Mientras madre e hija tomaban tostadas y cafe en una concurrida calle. –Bueno mama, ¿que hacemos primero? ¿Vamos a comprar “eso”? –le dijo Natalia sin poder pronunciar la palabra. –Si quieres vamos primero al sex shop y luego ya nos compramos algo. –Pues si, porque asi ya nos lo quitamos de en medio. Te confieso que me pone un poco nerviosa ir y pedir uno –rio la hija ante la madre. –No pasa nada Natalia es de lo mas natural. –Si no te importa, ¿se lo puedes pedir tu? –anadio Natalia. –Esta bien yo te lo pedire… El sex shop estaba como todo ese tipo de tiendas, practicamente vacio. Estaba ubicado en un callejon un poco alejado de las calles principales de compras. Mariana tuvo que recordar donde estaba pues hacia anos que habia visitado el lugar y no estaba segura de si seguiria alli, pero alli estaba. Una discreta puerta con un neon rosa chicle bastante hortera anunciaban lo que se hallaba en el interior, nada de escaparates para anunciar el genero, aquello estaba solo dentro. Al entrar, eso si, multitud de estanterias y vitrinas anunciaban el genero. Habia un poco de todo, peliculas porno tipo “hard core”, munecas de plastico y maniquies ataviados con ropas de cuero y hebillas llamativas. Natalia entro de la mano de su madre un poco temerosa y esta se dirigio directamente al mostrador a hablar con un chico joven que regentaba el local. –Buenas, queriamos un consolador para ella –dijo la madre. –De los pequenos –susurro la hija. –!Oh esta bien! De los pequenos dijo el dependiente. Este busco un par de cajas y las abrio en el mostrador. Dos discretas pollas aparecieron ante la vista de las feminas alli presentes, este se limito a sacarlas del plastico donde venian insertadas y mostrarselas. –Bueno Natalia, ¿cual te gusta mas? –dijo la madre. –¿Se pueden tocar? –pregunto timidamente la hija. –!Oh claro, toca chica, al tacto son de lo mejor latex clinico hipoalergenico, se pueden lavar con agua y jabon neutro, !lo mejor! –dijo el dependiente. La chica cogio la primera de color rosa chicle y la sostuvo en su mano, parecia tan real, de no ser por el llamativo color y al tacto resultaba suave como efectivamente le habia anunciado el chico. –!Oh es cierto es muy suave! –dijo la chica. –Tiene un pequeno vibrador, se activa girandole el boton en la base de los testiculos –le explico. Un poco nerviosa Natalia lo busco sin encontrarlo. –Me permite –dijo amablemente el chico. Este lo tomo y girandolo lo activo y lo puso en manos de Natalia. Al sentir la vibracion ella rio nerviosa. –!Oh si, esta un poco alta! –dijo el chico y tomandolo de nuevo en sus manos la bajo. Ahora Natalia volvio a cogerlo y sintio una agradable vibracion en sus manos. –¿Este esta bien mama? –le dijo a la madre. –Bueno hija, parece que ha sido amor a primera vista –rio Mariana–. De todas formas coge tambien el otro y asi comparas. Sintiendo la aprobacion materna Mariana tomo el otro consolador, era transparente y tambien muy suave, a diferencia del anterior este no tenia vibracion solo era una polla de plastico y nada mas. Al sentirlo en sus manos, viendose observada por el dependiente sintio una gran verguenza. –Tranquilas podeis probarlos, yo me ordenare un poco una estanteria y si quereis ver mas cosas os las muestro. –!Bueno yo queria un plug anal! –dijo la madre de repente. –!Oh vale! ¿De que tamano tenia pensado? Natalia oyo la palabra pero no sabia realmente lo que habia pedido su madre asi que callo. –Bueno no muy grande, digamos de iniciacion pero un poco avanzado –dijo Mariana. –Esta bien le sacare todos los tamanos –dijo el vendedor. Ahora la mesa de cristal estaba llena de cajas, donde unos plugs anales de varios tamanos y materiales se ofrecian a las clientas. Natalia los miro con extraneza pero no dijo nada. Solo cuando el chico se marcho y las dejo ver el genero esta le susurro a su madre. –¿Para que valen estos? –!Oh bueno hija, son para el sexo anal! –le dijo la madre. –¿En serio? –replico la hija sorprendida. –Es un poco complicado Natalia, pero bueno, combinar ambos aumenta el placer no me preguntes porque. –Bueno mama, yo te confieso que a veces me meto un dedito ahi –dijo la hija. –¿Ah si? Pues entonces ya sabes de lo que hablo –le confeso la madre. Los habia de frio metal terminados en un corazoncito con una piedrecita de plastico brillante, tambien los habia de latex negro de diversos tamanos, tambien en rosa. Asi que la madre palpo todos y se encarino con un el metalico del corazoncito en forma de joya en la base. Natalia lo miro con atencion y ella se fijo en un pequeno de material negro, pues su culito era ciertamente pequeno al igual que su chochito. –¿Yo podria? –le insinuo a la madre. –!Oh claro! –le dijo a la hija. De forma que llamaron al dependiente y le dijeron los que querian. –Tambien tenemos en oferta bolas chinas, por si le interesan senora –dijo el chico. –¿Bolas chinas? –pregunto la madre. –Si bueno, disculpeme si la ofendo pero creo que igual le vienen bien para fortalecer el suelo pelvico. Entonces el chico dio una serie de argumentos a favor de usar dichas bolas y la madre atendio a sus explicaciones. Decidiendose a llevarse unas bolas de color rosa. A Natalia le parecieron unos artilugios raros y por si fuera poco algo se movia dentro de ellas. El chico les explico que a lo mejor tenia un orgasmo improvisado si las llevaban caminando por la calle. De forma que con dos discretas bolsas salieron del local con su pollita vibrante y sus plugs anales en dos tamanos. Luego fueron a probarse ropa y cuando llego el momento de probarsela entraron al probador ambas juntas. Alli su madre se probo unos vestidos y Natalia no pudo evitar meter la mano en la bolsa negra del sex shop y sacar una de las cajas. Eran las bolas chinas. –¿Y con esto te puede dar un orgasmo por la calle? –se pregunto la hija. –Eso dice el chico, ¿las pruebo? –le dijo la madre. –¿Ahora? –¿Por que no? –insistio Mariana. De forma que ante una atonita hija, la madre extrajo las bolas y se dispuso en la intimidad del probador a introducirlas en su sexo. Natalia no podia creerlo pero estaban compartiendo un momento de intimidad que no pensaba que pudiesen compartir. Vio su sexo maduro y como la madre trataba de introducirselas en varios intentos. –Estan un poco secas, las chupare –dijo la madre mirandola y sonriendole como si tal cosa. Tras chuparlas las bolas entraron y un pequeno cordon de plastico quedo colgando de su sexo depilado a tijera. –¿Que sientes mama? –dijo Natalia expectante. –No se, en un rato te cuento –rio la madre. –¿Y tu, quieres probar tu plug anal? Asi las dos llevaremos algo intimo puesto. –¿Como, aqui? –dijo una escandalizada hija. –Si quieres, !si! Yo he leido que hay quien los lleva por la calle y tambien se excita –le dijo Mariana. –No se mama, !bueno lo intentare! Natalia chupo su pequeno plug negro y apartando las braguitas a un lado discretamente de espaldas a su madre trato de introducirlo. –Esta complicado –rio la hija. –¿Te ayudo? –dijo la madre. –!No! !Que verguenza mama! –salto la hija. –!Vale tu misma! –¿Sabes que? Estoy un poco cachonda tras comprar esto en la tienda y tengo el chocho mojado, voy a lubricarlo con mis propios flujos –dijo la hija. –Si, admito que ha sido un poco excitante hija –dijo la madre. Entonces su plug entro en su ojal y esta abrio la boca al sentirlo entrar. –¿Placentero? –pregunto la madre. –Raro –dijo la hija. Salieron del probador y fueron a otra tienda. Mientras caminaban ambas se miraban y no decian nada. Los artilugios hacian su trabajo y cada una sentia a su manera. Llegaron a la siguiente tienda y alli comenzaron a mirar ropa. –¿Sientes algo mama? –dijo Natalia en voz baja mientras revolvian la ropa. –Es como un cosquilleo ahi –dijo esta–. ¿Y tu? –Es raro, es como tener ganas de cagar pero a la vez estar excitada –dijo con absoluta sinceridad. –!Que guarreria! –dijo la madre. –!Sin duda! –rieron ambas. Decidieron entrar al probador cogiendo lo primero que pillaron para quitarse el plug anal de su emplazamiento. Natalia lo extrajo y lo limpio con un kleenex para meterlo en su bolso. Entonces la madre mostro sus bolas chinas y tiro del hilo para sacar una de ellas ante la atonita mirada de su hija. –!Oh nina esto se siente raro! –¿Si, es excitante? –pregunto Natalia con curiosidad. –Si, creo que me las voy a dejar puestas –dijo la madre–. Y me voy a probar mi plug anal encima –anadio. –¿En serio? –dijo Natalia asombrada. –!En serio! Me gustan las sensaciones fuertes hija –dijo la madre sonriendo. La madre chupo su plug metalico y lo introdujo en su ano ante la mirada de Natalia. –!Oh esta frio! –exclamo Mariana. La hija no dijo nada pero tomo nota de aquella excitante situacion. –!Oh mama, creo que esto es excitante! ¿Tu no? –Si, un poco la verdad hija o tal vez mucho –le confeso. Entonces Natalia saco su pollita de plastico y la puso en marcha sintiendo su vibracion. Luego la acerco a sus bragas levantando su falda y se acaricio por encima de la tela. –!Que cosquillas hace! –dijo la hija. –!Hum si, puedo imaginarmelo! –dijo la madre mientras miraba como la hija se lo paseaba por encima de las bragas. Entonces Natalia aparto las bragas a un lado y se froto con su vibrante consolador el chocho de arriba a abajo. La madre no perdio detalle y vio lo depilado que tenia el sexo. –!Mira que moderna ella! –dijo la madre. –!Ah esto! Bueno mama una chica tiene que cuidarse para estar guapa. –!Tal vez lo pruebe! –dijo Mariana–. Por cierto, ¿vas a introducirtelo? –!Oh no mama, soy virgen aun! –le confeso la hija. –!Oh claro hija, por un momento pense que ya habrias experimentado con algun chico! –rio la madre. –!Oh mama, creo que esto me pone muy malita! –le confeso Natalia–. Voy a volver a ponerme el plug anal estoy muy excitada y me apetece sentirlo dentro. –!Estupendo hija, es excitante pensar que las dos vamos por ahi con cosas metidas! De forma que salieron del probador con todos sus aparatos puestos y caminaron por el centro comercial dando un suave y mas largo paseo. Finalmente se fueron a sentar en un banco y al hacerlo sintieron como los plugs anales que llevaban les oprimian sus ojales y esta sensacion les gustaba. –¿Oh mama tu sientes lo mismo que yo? –Si, con eso metido en el culo una se sienta y es como, !uf! Se removieron en sus asientos suavemente sin que nadie lo notase e intercambiaron unas sonrisas de complicidad. –Mama, creo que no me aguanto, ¿nos metemos en los banos? –propuso Natalia. –!Buena idea! –dijo la madre. Entraron en los banos, era temprano y aun estaban limpios asi que fueron hasta el del final y discretamente pasaron dentro. Alli cada una miro lo suyo y la madre comenzo a mover las bolas chinas dentro y fuera de su sexo mientras el plug anal estaba puesto en su lugar. –!Oh hija esto me ha traido aqui y estoy a punto! –dijo la madre sin parar de darse cana. –!Oh mama, yo estoy tambien muy excitada! Creo que voy a sacar mi pollita y la voy a probar en mi culito –dijo la hija. Mientras ella buscaba en su bolso la madre continuaba moviendo las bolas en su chocho y levantando obscenamente una pierna para sentirlas mejor la puso en la taza del vater lo cual proporciono una vision increible del sexo peludo de su madre siendo follado por las bolas chinas con su mano sujetada a una pared para no caerse. –!Que guarra mama! –rio la hija. Esta saco su pollita y la chupo para luego extraer su plug anal y pasar a probarla en su ajustado ojal. –!Oh que suave me entra mama! –dijo la hija a una atonita madre que veia como el culito respingon de su hija sin bragas era penetrado por aquel pequeno consolador de plastico rosa. –!Oh hija! ¿Y eso no es una guarrada? –rio la madre–. ¿No lo entiendo hija, eres capaz de penetrarte por el culito con eso pero no por delante? –le pregunto la madre con curiosidad. –Si mama, por delante me da miedo de que duela –le confeso Natalia. –Vamos hija eso es solo un pequeno pinchacito, luego se te pasa en seguida y viene el gustito –dijo la voz de la experiencia. –¿Tu crees? –pregunto la hija sin negarse inicialmente. –!Claro hija, la primera vez se sufre un poco pero eso luego se agradece cuando ya puedes probar con total libertad! ¿Quieres que te ayude? –!Oh no mama, que verguenza! –dijo una azorada hija. Natalia limpio el pequeno consolador rosa y se dispuso a frotarse su sexo con la vibracion puesta mientras Mariana la observaba. –Me da un poco de verguenza hacer esto delante de ti mama –le confeso la hija. –Vamos nina, te he visto nacer aunque admito que no te habia visto desnuda en mucho tiempo y es grato ver que te has convertido en toda una mujercita –dijo la madre sonriendole. El vibrador hacia muchas cosquillas a Natalia, quien lo paseaba de arriba a abajo por su rajita lubricada, especialmente en su clitoris apenas podia mantenerlo un segundo pues se excitaba mucho. –Tal vez para metertelo sea mejor sin la vibracion –le aconsejo la madre. –!Vale! –dijo Natalia desconectandolo. Entonces volvio a intentarlo pero era como si una fuerza invisible impidiera que su mano lo metiese mas alla del primer centimetro de su punta. –!No puedo mama, me bloqueo! –dijo finalmente Natalia. –Tranquila anda dejame a mi –dijo la madre arrebatandole el consolador de la mano sin esperar permiso. –!Pero mama, que verguenza! –repitio una vez mas la hija virgen. –!Tranquila, yo te ayudare y luego me lo agradeceras! –dijo la madre insistiendo. Mariana tomo la pequena polla de plastico y la paseo por el sexo de su hija. –Tu relajate y mirame a los ojos, no prestes tanta atencion a lo que ocurre ahi a abajo. Levanta una pierna para que quedes un poco mas abierta –le pidio. Natalia obedecio, puso una pierna sobre el vater y asi su sexo quedo expuesto y abierto. Entonces la madre siguio moviendo el consolador en la entrada del sexo de la hija. –Se siente rico ahi en la entrada, ¿verdad? –Si, muy rico –dijo Natalia mordiendose el labio. Sin previo aviso la madre introdujo la punta y comenzo a follarla suavemente pero solo introduciendo apenas uno o dos centimetros. –Esto se siente agradable tambien, ¿no? –Si, pero a partir de ahi ya creo que me duele –dijo la hija abrazandose a su madre. Entonces esta paso a poner sus manos bajo su culo y uso el consolador desde atras mientras la hija estaba abrazada a ella. –Ahora lo metere por detras, justo bajo tu culito, ¿vale? El consolador entraba desde atras con facilidad, asi que Mariana lo metio despacio pero profundamente rompiendo el virgo de la hija y provocando que esta apretase los dientes y se abrazase a ella con mas fuerza. –Ya esta mi nina, ya estas lista para amar. Ahora Mariana siguio metiendolo y sacandolo suavemente, aunque cada vez con mayor rapidez mientras introducia un dedo en el culo de Natalia, esta contrajo su sexo y gozo de un intenso placer creciente. –!Oh mama, que bien! –dijo la hija mostrando su aceptacion tras esa dolorosa primera penetracion. –¿Quieres seguir tu? –pregunto la madre. –!No, no, sigue tu esta primera vez! –dijo la hija. Asi que la madre se separo de la hija y para que pudieses verlo con sus propios ojos la penetro de frente mientras esta observaba todo. –Mira que bien entra ya –dijo Mariana a Natalia. –!Oh si, que gustito mama! ¿Puedes conectar el vibrador? Mariana lo hizo y un sonido agudo comenzo a sonar al tiempo que a la hija le temblaban las piernas y el placer crecio exponencialmente. La madre tomo la mano de la hija y la llevo hasta el consolador mientras la follaba con el vibrador encendido, esta comprendio que no habia peligro y siguio follandose ella misma. –!Oh mama esto es maravilloso! Y pensar en que me lo he estado perdiendo todo este tiempo –le confeso la hija. Entonces Mariana volvio a concentrarse en su cuerpo y a mover las bolas en su interior frente a su hija. Ambas tenian una pierna sobre la taza del vater y estaban frente a frente en el estrecho servicio penetrandose cada una por su lado. Mariana se saco un pecho y se lo comenzo a acariciar con una mano mientras se penetraba con las bolas y su hija, al verla, la imito sacandose sus pequenas tetitas en comparacion con las de su madre acariciandose sus areolas rosadas y poniendose duros sus pequenos pezones. –!Que bien! ¿No hija? –dijo la madre. –!Oh si mama, de no ser por tu ayuda no habria podido meterme esto aqui! –exclamo Natalia mientras se follaba con el pequeno consolador y se metia un dedito a la vez por su ajustado ojal. –¿Quieres probar tu con las bolas y me das a mi el consolador? –¿Pero son mas grandes, no? –dijo la hija preocupada por el tamano en comparacion con su pollita de latex. –!Que va son lo mismo! –rio la madre. Intercambiaron utiles y la hija, no muy convencida tardo en introducirlas. De nuevo la madre la ayudo y se las puso dentro, moviendolas luego hasta que Natalia comenzo a hacerlo de forma autonoma. –!Se sienten raro ahi dentro! –exclamo la hija. –!Si es extrano! ¿Verdad? –le confeso la madre entre risas. Sus gemidos se perdian en el espacio vacio de los servicios del centro comercial hasta que alguna clienta entraba y ellas paraban, meaba y salia y ellas continuaban. Siguieron follandose cada una por su lado con sus instrumentos hasta que la hija comenzo a sentir que ya no podia mas. Entonces estallo en su pequeno y delicioso orgasmo contorsionandose y apretando los dientes mientras se mordia el labio inferior y respiraba agitadamente. Mariana acelero la vibracion del pequeno consolador y al mismo tiempo se movio el plug anal follandose el culo a la vez y tambien consiguio correrse apenas unos instantes despues que comenzase el orgasmo de su hija en su presencia. Medio atontolinadas cada una miraba a la otra tras disfrutar sus intensos orgasmos y ver como estos les dejaron unas agradables sensaciones en sus caras relajadas, momentos que ya perdurarian en su memoria para siempre. –¿Que tal hija? –!Genial! ¿Y tu mama? –!Genial! –replico la madre igualmente despertando las risas de ambas. Limpiaron sus juguetes sexuales y salieron del bano para lavarse las manos y asearse un poco antes de salir de alli. Ya era tarde y no se habian comprado nada, mas alla de los juguetes sexuales, pero sus caras de felicidad denotaban que no les hacia falta nada mas… _____________________ Espero que este excitante capitulo de Los Secretos de mi Vecina haya sido de tu agrado. Tras publicar aqui Mi Verano en Japon y Follame tierno, sabes que pido poco a cambio, tan solo que me lo agradezcas si te ha gustado con tus 5*, de forma que si al menos 20 personas votais cada capitulo, seguire publicandolos, !asi de facil! Y como suelo decir, si no quieres esperar puedes localizarlas en Amazon o Google Play Libros, mira mi perfil para + info.
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